Los Mets están a punto de hacer un movimiento significativo para su futuro, uno que era esperado desde hace mucho tiempo.
Bien avanzada la noche del miércoles, el equipo le informó al prospecto Nro. 4 de la organización, el dominicano Ronny Mauricio, que lo subirán a las Grandes Ligas antes del primer juego de la serie contra los Marineros el viernes, según confirmaron múltiples fuentes informadas de la situación. Mauricio, de 22 años, bateó .292/.346/.506 con 23 jonrones en 116 juegos en Triple-A Syracuse, incluyendo un bambinazo de dos carreras a la banda contraria el martes.
Los Mets no han confirmado el movimiento.
Cuando se le preguntó antes de ese juego qué significaría para él ser subido al club grande en la recta final, Mauricio respondió: “Significaría mucho para mí. Mi sueño es jugar en las Grandes Ligas”.
Durante gran parte de esta temporada, los Mets se resistieron a llamar a Mauricio a pesar de sus llamativos números. Ofensivamente, el equipo quería ver un enfoque más consistente de su parte en el plato. Defensivamente, el club esperaba darle a Mauricio más experiencia en la segunda base, donde empezó a jugar esta campaña.
“Ha sido difícil, porque antes sólo jugaba shortstop”, declaró Mauricio esta semana en el Coca-Cola Park. “Así que probar nuevas posiciones a este nivel y no saber muy bien qué hacer ha sido un poco frustrante. Pero aprendiendo y mejorando a medida que avanza la temporada, siento que estoy avanzando en la dirección correcta.
“Intento aprender cosas sobre la marcha. Siento que estoy haciendo un buen trabajo, pero es un proceso de aprendizaje”.
La inexperiencia de Mauricio en la segunda base se debe en gran parte a la misma organización; aunque los Mets firmaron al campocorto puertorriqueño Francisco Lindor a una extensión de contrato de 10 años antes de la temporada del 2021, esperaron más de dos años antes de pedirle a su cuarto mejor prospecto según MLB Pipeline que se moviera del campocorto en juegos de ligas menores. En ese momento, ya estaba tocando las puertas de las Grandes Ligas.
Eso, según el gerente general Billy Eppler, fue en gran parte por decisión propia del club.
“Cuando los jugadores van a cambiar de nivel, quieres tratar de darles cierta comodidad antes de introducir nuevas variables”, mencionó Eppler, citando a los lanzadores más avanzados en Triple-A, el sistema automatizado de bolas y strikes y otros factores. “Queríamos que se sintiera cómodo bateando. Estaba saltando a un nuevo nivel y necesitaba todavía asentarse como el tipo de bateador que iba a ser en última instancia”.
Los Mets tienen pocas dudas de eso ahora, confiados en que Mauricio ha mejorado su disciplina en el plato. Cuando Mauricio tomó varios boletos la semana pasada en una victoria sobre Buffalo, con un promedio de cinco lanzamientos por visita al plato esa noche, Brett Baty lo buscó en el clubhouse después del juego para felicitar a su compañero de equipo, con quien ha compartido desde hace mucho tiempo.
“Está empezando a entender que no se pueden batear todos los lanzamientos”, contó Baty. “Sé que hay casos atípicos, como el de Elly De La Cruz, que batea pitcheos a la cabeza por encima de la cerca y cosas así, y [Mauricio] también lo hace. Pero lo que hizo en ese juego, le dije, ‘Amigo, tenías un enfoque, te apegaste a eso, parecías tranquilo todo el tiempo. ... Eso es lo que te llevará a las Grandes Ligas’”.
¿Un ‘Marciano’ en N.Y.? Yankees ascenderían a Domínguez (fuente)
"El Marciano" está a punto de aterrizar en Houston.
“Estoy convencido de que va a ser un jugador muy bueno en esta liga”, dijo Aaron Boone, manager de los Yankees, el pasado fin de semana en San Petersburgo, Florida. “Es un talento muy especial. Después de un comienzo un poco lento este año en Doble-A, ha jugado muy bien aquí en los últimos meses”.
“Es un muchacho que obviamente impacta la pelota y es atlético y puede correr, pero me gustó el hecho de que a una edad muy temprana, realmente controla la zona de strike. Espero que eso sea algo que, cuando llegue aquí, le sirva de mucho”.
Jason Domínguez, de 5 pies 9 pulgadas y 190 libras de peso, despertó comparaciones con Bo Jackson, Mickey Mantle y Mike Trout antes de firmar por US$5.1 millones. Desde muy joven se ganó el apodo de “El Marciano” debido a sus herramientas de otro mundo.
Domínguez llamó la atención con un impresionante Spring Training, durante el cual el jugador más joven del campamento bateó cuatro jonrones en 11 juegos de la Liga de la Toronja. En ese momento, Boone sugirió que podía imaginarse un escenario en el que Domínguez se hiciera sentir en las Grandes Ligas durante la temporada 2023.
La noticia del llamado de Domínguez llega después de que los Yankees colocaran al jardinero central Harrison Bader en waivers esta semana, un movimiento que podría reubicar a Bader en otro equipo y despejar la posición para Domínguez.
Los Yankees han respondido a sus escasas posibilidades de llegar a la postemporada inyectando juventud al roster, ascendiendo al jugador de cuadro Oswald Peraza y al jardinero Everson Pereira, ambos venezolanos, para unirse al campocorto novato Anthony Volpe en los últimos días. Ahora, Domínguez y Wells son los siguientes en la fila.
Wells, de 24 años, fue la elección de primera ronda de los Yankees en el Draft de MLB del 2020 y debería recibir oportunidades detrás del plato, uniéndose a los receptores Kyle Higashioka y Ben Rortvedt. En 96 encuentros en tres niveles del sistema de los Yankees esta temporada (incluidos 33 en Triple-A), Wells ha bateado .240/.333/.442 con 17 jonrones y 72 carreras impulsadas.
Boone dijo el miércoles en Detroit que Wells ha mostrado lo suficiente durante su carrera en ligas menores para sugerir que puede permanecer como receptor a largo plazo.
“Creo que ha progresado lo suficiente como para que queramos seguir viendo de lo que es capaz ahí atrás”, comentó Boone.