La gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, declaró este miércoles estado de emergencia y activó la Guardia Nacional ante una grave interrupción del servicio de agua que ha afectado a miles de residentes y hoteles en toda la isla.
El corte alcanzó su pico a finales de la semana pasada, con cerca de 180,000 clientes sin suministro. Hasta este miércoles, unos 3,000 seguían sin agua, incluidos 11 hoteles, según confirmó la mandataria.
Indignación por falta de responsables
La crisis se desató tras la ruptura de una tubería principal, aparentemente dañada durante la reparación de una carretera. Sin embargo, la autoridad estatal de agua y alcantarillado (PRASA) no ha revelado qué empresa fue responsable del incidente, lo que ha generado indignación pública.
Ante la situación, las autoridades locales han establecido puntos de distribución de agua y realizan entregas casa por casa. La Guardia Nacional se sumará a estas labores logísticas.
“Mientras yo tenga 11 hoteles sin agua y residentes sin servicio, claro que tenemos una emergencia”, afirmó González.
Nombran coordinador especial para investigar
La gobernadora anunció también la designación de un coordinador especial con tres tareas principales:
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Estabilizar el sistema.
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Investigar las causas del fallo.
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Emitir un informe en los próximos 10 días sobre las responsabilidades del caso.
A pesar de las críticas, el director ejecutivo de la autoridad de agua permanecerá en su cargo, según confirmó la mandataria.
Problemas previos al incidente
Esta crisis se suma a una situación crónica en la isla. Docenas de comunidades ya venían experimentando interrupciones del servicio desde hace años, por lo que el nuevo colapso ha exacerbado el malestar ciudadano.