En un acto encabezado por el presidente Luis Abinader, fue proclamada este domingo ante la Asamblea Nacional la nueva Constitución, la cual introduce diez modificaciones en los ámbitos congresuales, electorales y judiciales.
La entonación del Himno Nacional y los disparos de 21 salvas de cañón marcó la proclama de la cuadragésima modificación constitucional.
La Asamblea Nacional Revisora reanudó su sesión hoy pasadas las 10:00 a.m. con la asistencia de 27 senadores y 135 diputados. Mientras, 13 legisladores, en su mayoría de la oposición, presentaron excusas.
Durante su discurso ante la Asamblea Nacional, el presidente Abinader subrayó el compromiso de la República Dominicana con la alternancia en el poder, la independencia del Ministerio Público y la protección de los principios fundamentales de la Constitución.
El mandatario destacó el valor de esta reforma como un compromiso solemne con la democracia, afirmando que “la Constitución no es solo un conjunto de palabras técnicas sobre un papel; es el alma de nuestro pueblo”. En este sentido, enfatizó que los cambios promulgados representan una visión de justicia, paz y estabilidad, orientada a fortalecer la confianza en las instituciones dominicanas y el futuro del país.
Uno de los pilares de esta reforma es la ampliación del artículo 268, que consagra la elección presidencial como un derecho inmodificable, asegurando la alternancia en el poder como principio esencial. “Con esta medida, ningún presidente, presente o futuro, podrá modificar las normas de elección para beneficio propio”, declaró el mandatario.
Esta disposición, junto con una cláusula que impide al presidente actual optar por la reelección, refuerza el compromiso de limitar el poder, protegiendo la estabilidad institucional y consolidando un sistema de gobierno sin liderazgos perpetuos.
Además, el presidente presentó una nueva estructura para la selección del Procurador General y los procuradores adjuntos.
Bajo el nuevo esquema, el Consejo Nacional de la Magistratura asumirá la responsabilidad de estas designaciones, garantizando una justicia independiente y libre de presiones políticas.
Entre los cambios más destacados en la nueva Constitución está la prohibición a los mandatarios de prolongarse en el Poder Ejecutivo por más de dos períodos consecutivos. Este compromiso fue una de las principales promesas de Abinader desde su campaña en 2024, y busca fortalecer la democracia limitando la reelección presidencial.
Otra reforma significativa es la unificación de las elecciones en el país a partir del año 2032. Esto implica que los comicios municipales, congresuales y presidenciales se realizarán simultáneamente cada cuatro años, lo cual reducirá los costos y simplificará los procesos electorales.
En cuanto a la representación legislativa, se redujo el número de diputados de 190 a 170, como parte de una medida de austeridad para disminuir los gastos en salarios y privilegios dentro de la Cámara Baja.
De igual forma, los asambleístas modificaron el segundo párrafo del artículo 274 sobre el período constitucional de los funcionarios, para establecer un mecanismo de sustitución en casos en el que el alcalde y vicealcalde renuncien a su puesto.
Cambios
El presidente también mencionó la unificación de las elecciones a partir de 2032 y una reducción en el número de representantes de la Cámara de Diputados, medidas que, según afirmó, contribuirán a un sistema político más eficiente y a una representación pública más ajustada a las necesidades del país.
Abinader concluyó su discurso reafirmando su compromiso con la transparencia, la justicia y el respeto a los principios democráticos.
En sus palabras finales, expresó que “este cambio constitucional es mucho más que un trámite administrativo; representa la voluntad de un país que merece una democracia de calidad, donde el poder sea una responsabilidad y no un privilegio personal”. También dejó un mensaje de continuidad para futuros líderes, instándoles a fortalecer el progreso y a trabajar por el bienestar de todos los dominicanos.
Con esta reforma, la República Dominicana da un paso firme hacia un futuro de mayor institucionalidad y justicia, enviando un mensaje claro: el país está por encima de cualquier gobierno, y los ciudadanos, por encima de cualquier presidente.
Esta proclamación marca un hito en la historia dominicana, reafirmando su compromiso con una democracia estable y duradera para las generaciones venideras.