Un violento tiroteo sacudió la ciudad de Puerto Príncipe, capital de Haití, cobrándose la vida de cuatro agentes de policía y dejando a otros cinco efectivos heridos, según informó el sindicato policial del país caribeño.
La situación se agravó cuando un destacado líder de una banda delictiva, identificado como Jimmy Cherisier, alias “Barbacoa”, anunció una ofensiva coordinada de grupos armados para derrocar al primer ministro haitiano Ariel Henry.
“Hoy anunciamos que todos los grupos armados van a actuar para conseguir la dimisión del primer ministro Ariel Henry”, dijo el líder de la banda en un video publicado en las redes sociales antes de que comenzaran los ataques.
“Usaremos todas las estrategias para lograr este objetivo”, afirmó. “Reivindicamos la responsabilidad de todo lo que está ocurriendo en las calles en este momento”.
Se desconoce si Cherisier tenía el respaldo de otras de las principales pandillas que se calcula que controlan hasta el 80% de la capital Puerto Príncipe.
Los disparos resonaron en toda la ciudad mientras las autoridades se enfrentaban a los asaltantes que atacaron comisarías, una academia de policía y el aeropuerto internacional Toussaint-Louverture. Dos centros policiales resultaron incendiados, según declaraciones de Lionel Lazarre, representante del sindicato de la Policía de Haití.
Los hombres armados abrieron fuego en diferentes lugares como parte de una ola de violencia que tomó a muchos por sorpresa, obligando al cierre de negocios, agencias de gobierno y escuelas, mientras padres, representantes y niños pequeños huían por las calles. Al menos una aerolínea, Sunrise Airlines, suspendió todos sus vuelos.
Las bandas armadas se han apoderado de franjas enteras del país en los últimos años, lo que ha desatado una violencia brutal que ha dejado la economía haitiana y el sistema de salud pública destrozados.
Al mismo tiempo, el país caribeño se ha visto envuelto en una agitación civil y política generalizada, y miles de personas han salido a las calles en las últimas semanas para exigir la dimisión del primer ministro, Ariel Henry, que se negó a hacerlo en la fecha prevista.
En virtud de un acuerdo político alcanzado tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, Haití debía celebrar elecciones y Henry ceder el poder a los nuevos cargos electos antes del 7 de febrero de este año, pero eso no ha sucedido.
Los ataques se produjeron mientras Henry se encuentra en Kenia, que se dispone a encabezar una misión multinacional autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU para ayudar a la policía haitiana a recuperar el control del país.
Al menos un policía resultó herido en los enfrentamientos del jueves, declaró a la AFP un responsable del sindicato de la policía.
Escuelas, universidades y empresas interrumpieron sus actividades.
En un momento dado, los estudiantes de la Universidad Estatal de Haití fueron tomados brevemente como rehenes antes de ser liberados, contó un decano a la AFP. Al menos un estudiante resultó herido de bala en los enfrentamientos, añadió.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo el jueves que además del restablecimiento de la seguridad, se necesitaba una solución para los años de agitación política en Haití .
“Se pueden poner tantas fuerzas policiales como sea posible en Haití [pero] si no hay una solución política, el problema no se resolverá”, expresó.