El presidente del Instituto Duartiano, doctor Wilson Gómez Ramírez, definió como una necesidad urgente que el Gobierno dominicano continúe reforzando las medidas de seguridad y control tanto fronterizo como interno, en respuesta a la amenaza de un conflicto inminente entre la fuerza policial multinacional liderada por Kenia y las pandillas que dominan gran parte de Haití.
Manifestó que, aunque solo un pequeño número de agentes kenianos ha llegado a Haití, estos aún no están preparados para enfrentar a las pandillas armadas con equipos militares sofisticados. En este contexto, ve que es crucial que los organismos de seguridad dominicanos permanezcan alertas para asegurar la paz y la normalidad en el país.
Insistió en que, aunque no se debe alarmar a la población, es importante no subestimar el peligro y mantenerse vigilantes para proteger los intereses nacionales, y subrayó que es importante, además de desplegar fuerzas policiales en Haití, apoyar la organización del registro civil y electoral en esa nación, con el respaldo del pueblo haitiano, para garantizar la legitimidad de futuros procesos electorales.
Gómez Ramírez llamó a intensificar la repatriación de indocumentados, a cumplir estrictamente las leyes y rechazó categóricamente la solicitud del gobierno de Estados Unidos para que la República Dominicana expida documentos a haitianos ilegales, calificándola de inaceptable y como una intromisión en los asuntos internos del país, contraria al artículo 3 de la Constitución, que defiende la soberanía nacional frente a cualquier poder extranjero.
«El Instituto Duartiano reitera su posición en defensa de la soberanía e integridad de la República Dominicana, y hace un llamado a la acción firme y decidida por parte del gobierno y los organismos de seguridad nacionales», enfatizó.
Según la nota de prensa, el presidente de la entidad ofreció estas declaraciones durante un acto en que se exaltó la valentía de la heroína Rosa Duarte en el Panteón de la Patria, con motivo del 204 aniversario de su nacimiento.
«Rosa es merecedora de los más altos reconocimientos, su nombre, destacado en estas marmóreas bóvedas, colma de mayor dignidad ese sagrado templo y empuja, cada vez con mayor ímpetu, hacia afuera de este recinto las cenizas del verdugo de ella, su familia, de los trinitarios de nuestra propia patria, el traidor Pedro Santana», afirmó Gómez Ramírez.