El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue) motiva a las comunidades cristianas y la población dominicana a celebrar con «entusiasmo», el Día Nacional de la Biblia declarado mediante la ley 204-84, reafirmando su efectividad y eficacia en el cambio de mente de las familias, las sociedades y las naciones.
Su representante Pastor Feliciano Lacen, explica que en medio de tantas injerencias extranjeras que pretenden llamar a lo bueno malo, y a lo malo bueno, con caramelos disfrazados y envenenados de “falsa piedad”, es menester que los buenos y nobles dominicanos salgan al frente con un mensaje de defensa, y concientización de aquellos enemigos naturales de la familia, la patria y del país.
Dijo que los fundadores de nuestra nacionalidad dominicana se ampararon en el Juramento Trinitario proclamado en el nombre de la Santísima, Augustísima e Indivisible Trinidad de Dios Omnipotente. Además, la presencia de la Biblia abierta en Escudo Nacional nos invita a todos a asumir un compromiso con la libertad y el espíritu democrático en todo el sentido de la palabra.
«Leer la Biblia hace bien no solamente por ser cristianos, sino por ser humanos, porque ella nos enseña la sabiduría de los siglos, la sabiduría del «hacer y el ser». Examinar las Escrituras cada día nos hace bien en todos los sentidos; los que la leen y se instruyen, encuentran en el libro Sagrado una fuente confiable de enseñanza para la vida y el fomento de las relaciones personales y colectivas», añadió Lacen Custodio.
El pastor Feliciano Lacen, explicó que la palabra de Dios es Ley, en la cual debemos meditar en ella todos los días, y no sólo basta con meditar, sino poner en práctica, e instruir al niño, al joven, al adulto, como garantía de normas de conducta ciudadana ejemplar, como guía que alumbra las conciencias de las personas, en medio de tanta confusión, pánico, criminalidad, suicidio, corrupción de la justicia, enriquecimiento ilícito, injusticia y, desigualdad social, en fin todo lo que pueda ir en contra de la moral y las buenas costumbres.
El presidente de Codue, sostuvo que los aspectos de la Constitución de un país constituyen una norma para construir una sociedad, y dan estabilidad a las reglas que determinan la forma en que se ejerce el poder público por parte de los órganos legislativos, ejecutivos y judiciales del Estado. En las Sagradas Escrituras se discuten narraciones, leyes y literaturas que fueron transmitidas, interpretadas, escritas, coleccionadas, y editadas que han servido de parámetro moral y espiritual para las naciones.