El Gobierno de Bahamas se comprometió este miércoles a enviar 150 efectivos para apoyar una fuerza multinacional en Haití, que será liderada por Kenia para ayudar a restablecer la seguridad en el país caribeño.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bahamas explicó en un comunicado que enviará personal a Haití como parte de la fuerza multinacional “una vez lo autorice el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas».
“Ahora instamos a que se apruebe una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en apoyo de esta fuerza”, agregó.
El pasado sábado, Kenia acordó desplegar 1.000 policías en Haití y, tres días después, Estados Unidos delegó en el país africano la definición y las necesidades de la fuerza multinacional, aunque se comprometió a propiciar una resolución del Consejo de Seguridad que dé cobertura a ese despliegue.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, también reiteró su llamamiento al Consejo de Seguridad a apoyar este despliegue, que, sin embargo, no se hará bajo bandera del organismo internacional.
Bahamas indicó que espera trabajar con Kenia y otros socios en Haití para ayudar en los esfuerzos para lograr la paz y la estabilidad.
También agradeció las palabras del ministro de Relaciones Exteriores de Kenia, Alfred Mutua, de que su decisión se fundamenta en apoyar a “las personas de ascendencia africana en todo el mundo, incluidas las del Caribe».
“También esperamos cooperar con socios hemisféricos, incluidos Estados Unidos y Canadá”, dijo Bahamas, que agregó que continuará apoyando al Grupo de Personas Eminentes de la
Comunidad del Caribe (Caricom) que está mediando entre las partes haitianas de cara a convocar elecciones. “Estos enfoques para abordar la inseguridad causada por la violencia de las pandillas son fundamentales para crear un espacio seguro para fomentar el consenso político y restaurar el orden democrático”, concluyó la nota.
Haití vive una situación de extrema violencia y gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores se encuentran bajo el control de las bandas armadas, lo que ha obligado a miles de personas a abandonar sus casas, convirtiéndose en desplazados internos.