El presidente dominicano, Luis Abinader, asumió el viernes su segundo y último mandato con la promesa de una serie de reformas, entre ellas una constitucional y una fiscal, en un discurso donde alabó la recuperación de la economía durante su pasada gestión, marcada por la situación impuesta por la pandemia.
En un engalanado Teatro Nacional, adonde se trasladó el acto de investidura desde el Congreso Nacional (bicameral) por cuestión de espacio, Abinader, economista de profesión, juró el cargo junto a la vicepresidenta, la académica y administradora de empresas, Raquel Peña, quien también repite en el puesto.
La misma incluirá una reforma del gasto público y una tributaria, que, de acuerdo con el jefe de Estado, garantizará la movilización de los recursos que se requieren “para la transformación de nuestro país y para poder materializar proyectos tan importantes” como, por ejemplo, el teleférico y el tranvía de Santo Domingo y el monorriel de Santiago.
El crecimiento económico como objetivo
Asimismo, el gobernante anunció una reforma a la ley de Seguridad Social y una laboral que, entre otros asuntos, facilitará la creación de más empleos de calidad e incluirá el reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar, así como del teletrabajo como una de las realidades de la nueva economía.
En cuanto al crecimiento económico, Abinader expuso los números registrados entre 2021 y 2023, en los que se produjo un aumento promedio del 6,5 % anual del Producto Interno Bruto (PIB), “muy por encima de la media de la región”, mientras que las previsiones de los organismos como el FMI “sitúan nuestro crecimiento para este año en el 5,4 %, muy superior al 1,9 % proyectado para este 2024 en la región”, destacó.
Respecto a las metas en este segundo periodo, afirmó que República Dominicana “tiene las condiciones óptimas y la agenda de reformas necesaria para poder duplicar su economía en los próximos doce años”, lo que supondrá acelerar el crecimiento promedio anual del PIB al 6 %, y ello requiere “un conjunto de transformaciones importantes que estamos decididos a realizar”.
Entre sus principales objetivos también citó la “transformación” de la Policía, una de las instituciones más cuestionadas en el país, donde, según Abinader, la tasa de homicidios pasó de 13,2 por cada 100.000 habitantes en 2022 a 9,9 en la actualidad.