A través de una conferencia de prensa, la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) confirmó que el tiroteo en el club de golf de Donald Trump en West Palm Beach, Florida, está siendo investigado como “lo que parece ser un nuevo intento de asesinato” contra el expresidente de los Estados Unidos.
El incidente se produce dos meses después de que Trump recibiera un disparo en la oreja durante un intento de asesinato en un mitin de Pensilvania.
Las detonaciones se produjeron poco antes de las 2:00 p.m. (hora local), cerca de donde el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos estaba jugando al golf.
Horas después del incidente, Trump emitió un comunicado para informar que se encontraba a salvo y advertir a sus enemigos que “nada” lo detendrá.
Según lo compartido en la conferencia de prensa, los agentes del Servicio Secreto detectaron a un hombre a unas 300 – 500 yardas (275 metros, aproximadamente) de la ubicación de Trump, por lo que abrieron fuego rápidamente.
El sospechoso, posteriormente identificado como Ryan Wesley Routh, estaba armado con un rifle estilo AK-47 con lente.