Apenas fue la segunda victoria de su vida en F1, pero Lando Norris la tomó con la calma de quien supo todo el tiempo que la tenía en la bolsa, porque lo de Zandvoort no fue un triunfo, fue una paliza y de seguir en ese tenor, el Campeonato de Constructores y hasta el de Pilotos podrían vestirse de color papaya McLaren y caerse de las manos de Red Bull y Max Verstappen.
“Desde la vuelta cinco o seis (sabía que iba a ganar) mis tiempos bajaban y los de Max subían, así que estaba confiado”, apuntó Lando Norris en la entrevista post carrera, cuando Giedo van der Garde le preguntó si al rebasar a Verstappen en la vuelta 18 sintió que ya tenía la carrera en la bolsa.
Porque esos 22.896 segundos de ventaja al cruzar la meta de Lando Norris en la pista de Verstappen fueron un mazazo que amenaza con tirar la puerta en la temporada 2024, pero más allá de la kilométrica diferencia existe hoy una realidad, el MCL38 de McLaren es, por mucho, el mejor monoplaza de la parrilla en la Fórmula 1, mientras que Red Bull lucha por ser el segundo coche en cada circuito, pero a veces no le alcanza para ser más que tercero.
De hecho, esta fue la diferencia más grande entre primero y segundo lugar en un Gran Premio de la 2024, al superar los 22.457 que sacó Verstappen a Pérez en el primero del año en Bahréin.
De no ser por las manos y el nivel de Max Verstappen, sus sábados mercuriales y sus arrancadas sin par, tal vez Norris ya tendría el liderato en la tabla, que por ahora quedó con 295 puntos para el neerlandés y 225 para el inglés, pero a falta de nueve Grandes Premios, con la superioridad del McLaren, todo puede pasar y 70 puntos parecen alcanzables.
Lo más sorprendente del MCL38 es su ritmo en carrera que es constantemente 4 o 5 décimas mejor que cualquier otro y hasta un segundo con respecto a los autos de media parrilla. Esa ventaja de paso se ha incrementado, pero todo empezó en Miami, con el primer triunfo de Norris.
Fue en el circuito que rodea al estadio de los Miami Dolphins, donde McLaren dejó ver que podía ser un serio contendiente y ahora está a solamente 30 puntos en el Campeonato de Constructores (434-404). Nada más en Países Bajos, los autos del equipo cuyo CEO es Zak Brown y que Andrea Stella ha llevado a otro nivel, recortaron 11 unidades.
El verdadero ritmo de carrera se ve en el auto de Sergio ‘Checo’ Pérez, no en el de Verstappen. El mexicano tuvo una muy decente calificación, al partir en el quinto cajón. Perdió una posición con Charles Leclerc en la largada, pero luego padeció con el otro Ferrari, el de Carlos Sainz, quien lo pasó con facilidad y ‘ordeñó’ un sexto lugar a una vaca que ya se cansó de dar leche.
Red Bull es una calamidad con los neumáticos. Más allá de si la prohibición de los frenos asimétricos afectó al RB20, tiene cinco carreras sin ganar y su rendimiento cae en picada.
Justo en Miami, donde el diseñador de Red Bull, Adrian Newey anunció que dejaría a la escudería, ahí empezó la debacle, paulatina, pero notoria. Las victorias en Emilia Romagna, Canadá y España se le deben apuntar al talento, por el momento inigualable de Verstappen.
El mexicano tuvo una racha donde cometió errores, pero lo de Zandvoort muestra que ni Pérez, mucho menos Verstappen, son ahora el mayor problema. El hueco que ha dejado en el trabajo día a día Newey, más el anuncio de la partida del director deportivo, Jonathan Wheatley hacia Audi, tienen a Red Bull en shock.
La suerte de Red Bull había sido que McLaren no sabía cómo capitalizar el poderoso monoplaza que tiene desde Miami. Cuando no era una estrategia conservadora o timorata era una pobre ejecución de Lando Norris, quien aún tiene que tomar un buen curso de arrancadas antes de querer ser campeón del mundo.
Ese periodo de aprendizaje para McLaren, el cual parece haber terminado el domingo en Zandvoort, sirvió a Max Verstappen para mantener una buena ventaja, pero para mala afortunada de Red Bull se combinó con la espiral de malos resultados de Checo Pérez.
Así, el Campeonato de Constructores podría caer en manos de McLaren muy pronto, a menos que Checo Pérez encuentre una manera milagrosa de terminar los GP’s por delante del otro auto papaya, el que conduce Oscar Piastri y que Max Verstappen no deje que nadie quede segundo detrás de Norris.
Esto, claro, si Piastri no muestra el talento, consistencia y cabeza fría que lo lleva, incluso, a desafiar a su propio compañero de equipo.
Lando Norris y Oscar Piastri han acumulado 308 puntos (167 + 141) desde el GP de Miami por 239 (185 + 54) de Verstappen y Checo Pérez, es decir, en 10 GP’s McLaren ha recortado 69 puntos, así con la diferencia brutal que se vio en la pista de la región holandesa, remontar 40 unidades en nueve carreras parece algo muy alcanzable.
La misión para Red Bull, ahora mismo, suena imposible, pero en la Fórmula 1 las cosas pueden cambiar de un fin de semana al otro. ¿Quién iba a pensar que Ferrari tendría ese ritmo de carrera con el pobre trabajo que hicieron en calificación? ¿Quién habría dicho que Mercedes, que había ganado tres de los más recientes cuatro GP’s iba verse de nuevo como el cuarto auto de la parrilla?
McLaren no ganaba más de un Gran Premio en una temporada desde 2012 y en 2024 ya tiene tres victorias. Si lo que vimos en Zandvoort es el McLaren de lo que resta del año, preparen los festejos en Woking, porque, al menos, un título está por llegar a sus vitrinas.