No cabe duda de que Gary Sánchez ayudó a mantener a los Padres del 2023 a flote. Reclamado en waivers de los Mets en mayo, Sánchez tronó desde el momento en que llegó y encajó perfectamente con el cuerpo monticular de San Diego. Y aunque Sánchez no pudo mantener su tórrido comienzo al bate, tuvo una gran campaña de recuperación con los Padres.
Pero esa campana aparentemente ha terminado de manera cruel y prematura.
El receptor dominicano sufrió una fractura en la muñeca derecha en la derrota de los Padres por 5-1 ante los Filis en el Petco Park el miércoles al ser golpeado por un lanzamiento del relevista Jeff Hoffman en la parte baja de la octava entrada. Sánchez permaneció en el juego temporalmente para recorrer las bases, pero fue reemplazado detrás del plato por Luis Campusano para empezar en el noveno inning.
Sánchez pasó las primeras siete temporadas de su carrera con los Yankees. Fue convocado a dos Juegos de Estrellas pero tuvo muchos altibajos en Nueva York. Después de la temporada del 2021, el quisqueyano fue canjeado a los Mellizos, y luego militó con los Gigantes y los Mets antes de ser reclamado por San Diego.
“[Con] la oportunidad que me dieron aquí, la oportunidad de jugar y de tener algo de éxito, es una lastima que está terminando un poco temprano”, dijo Sánchez. “Estoy agradecido con la organización por cómo me han tratado”.
En particular, Sánchez se compenetró con Blake Snell, quien empezó a lanzar como un candidato al Cy Young de la Liga Nacional cuando comenzó a trabajar con el dominicano como su compañero de batería. Sánchez puede convertirse en agente libre cuando termine la temporada, aunque es obvio que tiene interés en regresar a San Diego.
“Me ha gustado la química aquí, la manera en que los coaches me han tratado y cómo me han tratado mis compañeros de equipo”, dijo Sánchez. “Me recibieron bien desde el primer día y me he sentido a gusto aquí, así que me encantaría volver. Pero al final del día es un negocio. Veremos qué pasa”.