El cantante estadounidense Usher, popularmente conocido como ‘el Rey’ del R&B, rindió un homenaje a Michael Jackson y a la cultura afroamericana este domingo durante su actuación en el Super Bowl.
El artista, de 45 años, portó un guante blanco con brillos en su mano izquierda durante la mayor parte de la actuación, una prenda que popularizó Jackson y replicó varios pasos de baile del ícono del pop, incluyendo el famoso “moonwalk».
Usher puso a bailar al estadio Allegiante de Las Vegas al ritmo de éxitos de los 2000 como “Yeah!”, “Love in This Club” y “My Boo» en un espectáculo de 15 minutos, el más larga del Super Bowl en años.
En una energética presentación, donde el artista bailó incluso montado en patines, subieron también al escenario influyentes cantantes de la música afroamericana como Alicia Keys, Ludacris y Lil John. Keys, vestida con un traje rojo, tocó el piano en vivo y cantó junto a Usher su éxito “If I Ain’t Got You «.
Pocos minutos después de iniciar la presentación, que comenzó sobre el campo de juego con decenas de bailarines y una banda de marcha, Usher saludó a su madre.
“Lo logré, mamá”, dijo el cantante, mirando a las cámaras que retransmitieron el espectáculo a millones de televidentes.
Usher no es ajeno al concierto de medio tiempo del Super Bowl, ya que participó como artista invitado por la banda Black Eyed Peas en 2011, pero el concierto en solitario había sido un sueño del artista por años, según contó a medios estadounidenses.
Banda de marcha, empezó en el campo, con un montón de bailarines, rompa al estilo de los años 20. Luego se cambió, patines en el escenario.
Taylor Swift, la otra estrella de la noche La atención del Super Bowl estuvo centrada también en otra artista, la estrella del ‘pop’ Taylor Swift, quien tiene una relación sentimental con el jugador de los Kansas City Chiefs Travis Kelce.
El noviazgo de Swift y Kelce ha aumentado la popularidad de la gran final de la NFL y animado animando a los fanáticos de la cantante a ver el partido. Junto a la artista, en el palco privado desde donde vio el partido, estuvo la familia de Kelce, la rapera Ice Spice y la actriz Blake Lively.
La presencia de Swift en el Super Bowl ha estado generando expectativa por semanas, tanto entre sus fanáticos, como entre el ecosistema de medios de la derecha.
Estos últimos han promovido una teoría de la conspiración, asegurando que la relación entre Swift y Kelce es una estrategia comercial de la NFL y la élite política.
El fin último sería que la cantante de su apoyo explícito a Biden, aprovechando la atención mediática de la final del fútbol americano.
Incluso el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021), se unió a la polémica, criticando a Taylor Swift en su red social “Truth” y asegurando que la cantante “nunca” apoyaría al “corrupto” de Biden.
“Ademá de eso me cae bien su novio, Travis, a pesar de que sea liberal y de que probablemente no me soporte”, escribió el republicano.