Me llama la atención el tema de lo difícil que resulta a muchos artistas hacer que su obra perdure y trascienda a través del tiempo a pesar de tener una calidad indiscutible.
En varias reuniones en las que he participado como oyente, entre poetas y escritores, me sorprende que muchos de sus trabajos llega a ser letra muerta, trabajos con gran contenido y belleza increíble, que luego de ser publicados pasan a ocupar en corto tiempo un lugar en el olvido del público.
Penetrar el mercado es un reto. La competencia es amplia y la crítica favorece a veces obras que no califican para ser consideradas como arte, primando en la selección el amiguismo, el dinero o los lazos políticos con el autor; esto en detrimento de la calidad y el desarrollo de buenos valores emergentes.
La poesía en muchos casos ha contado con un aliado, como es la música, una herramienta que ha permitido su divulgación para que esta llegue a un público más amplio. El pueblo canta y tararea. Aprende versos de poetas que de no ser así serian leídos por un público muy selecto.
Tomemos como ejemplo el poema “Songoro Cosongo” de Nicolás Guillen, interpretado por la Fania; o los cantados por Ana Belén, o el musicalizado por Pablo Milanés, “Canción” conocido como “De que callada manera”.
Igual podríamos señalar “Poema Veinte”, de Pablo Neruda, conocido internacionalmente, que de no ser musicalizado o grabado en audio, solo llegaría a algunos lectores o interesados en la poesía. Son muchos los ejemplos, pero es bueno destacar el trabajo de Joan Manuel Serrat al cantar y musicalizar poemas de Miguel Hernández, Antonio Machado y otros, alcanzando universalidad y popularidad más allá de los libros.
Don Pedro Mir grabó su poema “Hay un país en el mundo” de amplia difusión, y Mario Benedetti estableció un sistema de leer sus poemas cada tarde en la galería de su casa en Uruguay para que los transeúntes los escucharan.
En el caso de los cuentos, creo que sería un buen ejemplo citas a Juan Bosch quien grabó en su propia voz algunos de gran difusión. La novela es más complicada por su extensión, pero gracias a los audio libros se sale de las bibliotecas tradicionales llegando a más personas.
Creemos firmemente en que el arte, y sobre todo la poesía, deben promoverse de forma repetitiva con lecturas en todas partes, que las personas hagan suyo los versos y como decía Manuel Machado, poeta español:
“Hasta que el pueblo las canta
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.”
Y en otras dos estrofas:
“Procura tu que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.
Que al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.”
El éxito y la consagración de estas formas de arte, para mí, reside en la apreciación y difusión de los versos y cuentos siempre y cuando el pueblo los haga suyos; y podría agregar composiciones musicales que han calado y se han quedado a vivir en el alma popular.
Las representaciones del teatro y la opera son contundentes; se graban en la conciencia colectiva. Hay muchos ejemplos. Es saludable ver como obras literarias son llevadas a la pantalla grande con gran éxito, sobre todo novelas. Lo más reciente son las series por capítulos de la obra de Juan Rulfo “Pedro Paramo” y Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, ofertadas por una plataforma de películas.
Hay muchas personas que aprendieron poemas de José Ángel Buesa, al escucharlos en la voz de Juan Llibre ese declamador dominicano de Puerto Plata.
Por ultimo quiero significar la importancia que tienen hoy en día los medios digitales, las diferentes plataformas, no solo para que publiquen sus producciones, sino que las lean, que se graben un video leyendo sus poemas o sus cuentos y los suban a las redes, que organicen lecturas en bibliotecas, escuelas y organizaciones comunitarias, que no permitan que sus producciones se mueran encerradas en las páginas de un libro.
Sé que es bueno publicar y vender, ser premiado en un concurso, pero lo más importante es que el trabajo artístico literario se siembre en la mente de las personas como única forma de alcanzar el trascender y perdurar a través de las fronteras y el tiempo.