Se espera el martes una decisión de un tribunal laboral de París sobre la disputa financiera entre Kylian Mbappé y su antiguo club, el Paris Saint-Germain, el último capítulo de una saga judicial que involucra sumas colosales.
Los abogados discutieron el mes pasado ante el Consejo de Prud'hommes de París, con cada parte exigiendo cientos de millones de euros a la otra por el final del contrato del jugador antes de su fichaje por el Real Madrid en el verano de 2024.
En medio de acusaciones de traición y acoso tras la ruptura de su relación, los abogados de Mbappé alegaron que el PSG le debe más de 260 millones de euros (305 millones de dólares). Argumentan que su contrato temporal debería reclasificarse como indefinido, lo que implicaría una indemnización por despido improcedente y salarios no pagados. También alegaron acoso moral y trabajo no declarado.
Mientras tanto, el PSG reclama a Mbappé 440 millones de euros, alegando daños y perjuicios y una “pérdida de oportunidad” tras su marcha en una transferencia gratuita.
La decisión del martes puede ser apelada y es poco probable que resuelva la disputa. El panel también podría decidir declinar la jurisdicción o aplazar el caso a una audiencia posterior, actuando en igualdad de condiciones con el juez de desempate si no se alcanza la mayoría.
El fallo puede tener consecuencias más amplias para los contratos de los jugadores y la legislación laboral en el fútbol francés, aunque el PSG sostiene que la solicitud de Mbappé de reclasificar su contrato como permanente carece de base legal.
El club argumenta que los contratos de los jugadores profesionales son una forma especial de contrato temporal, regulado por el código deportivo y validado por la liga profesional francesa, de conformidad con la legislación francesa y de la Unión Europea. El equipo legal de Mbappé discrepa, argumentando que la reclasificación de un contrato temporal a uno indefinido es un procedimiento estándar cuando no se cumplen las condiciones legales para un contrato temporal.
Los orígenes de la disputa
La relación entre el campeón del Mundo de 2018 y el actual campeón de Europa se agrió cuando Mbappé decidió en 2023 no renovar su contrato, que expiraba en el verano de 2024.
Esto privó al club de una jugosa cuota de traspaso a pesar de haberle ofrecido el contrato más lucrativo de la historia del club al firmar un nuevo contrato en 2022. Quedó fuera de la gira de pretemporada y se vio obligado a entrenar con jugadores suplentes. Se perdió el primer partido de liga, pero regresó a la alineación para una última temporada tras conversaciones con el club, conversaciones clave en la disputa.
El PSG se siente traicionado
El club acusa a Mbappé de incumplir un acuerdo de agosto de 2023 que supuestamente incluía una reducción salarial en caso de marcharse con la libertad de fichar, un acuerdo que, según el PSG, pretendía proteger su estabilidad financiera. El PSG afirma que Mbappé ocultó su decisión de no renovar su contrato durante casi 11 meses, de julio de 2022 a junio de 2023, lo que impidió al club gestionar un traspaso y le causó un grave perjuicio económico. Lo acusa de incumplir sus obligaciones contractuales y los principios de buena fe y lealtad.
Mbappé se siente engañado
El equipo de Mbappé insiste en que el PSG nunca ha presentado pruebas de que el delantero haya aceptado renunciar a ningún pago. Sus abogados alegan que el club no le abonó los salarios ni las primas de abril, mayo y junio de 2024. También solicitan la reclasificación de su contrato temporal a indefinido, lo que daría lugar a una indemnización. Mbappé también acusa al PSG de acoso moral, citando el trato que recibió durante su baja. Su reclamación total supera los 260 millones de euros, que incluyen salarios impagos, primas contractuales, indemnizaciones por despido, indemnizaciones y daños y perjuicios por mala praxis laboral.
El PSG rechaza todas las acusaciones de acoso, destacando que Mbappé participó en más del 94% de los partidos de la temporada 2023-24 y siempre trabajó en condiciones conformes a la Carta del Fútbol Profesional.
El PSG reclama un total de 440 millones de euros en daños y perjuicios, incluidos 180 millones de euros por la oportunidad perdida de transferir a Mbappé porque se fue como agente libre después de rechazar una oferta de 300 millones de euros del club saudí Al-Hilal en julio de 2023.
Mbappé se unió al Real Madrid en el verano de 2024 en una transferencia gratuita después de marcar un récord del club de 256 goles en siete años en el PSG, que ganó la Liga de Campeones este año sin él.
