El Senado de Estados Unidos aprobó en la madrugada de este jueves un paquete de recortes por unos 9.000 millones de dólares en gasto federal, en respuesta a una solicitud formal del presidente Donald Trump.
La medida, que impacta programas de ayuda exterior, salud global y radiodifusión pública, deberá ser ratificada nuevamente por la Cámara de Representantes antes de la medianoche del viernes para convertirse en ley.
La legislación había sido respaldada por la Cámara Baja con una estrecha votación (214 a 212), pero al sufrir modificaciones en el Senado requiere una nueva aprobación para evitar que los recortes queden sin efecto.
El líder de la mayoría republicana, John Thune, justificó la medida como un paso hacia la “sensatez fiscal”. Sin embargo, senadores de ambos partidos expresaron reservas, especialmente por la falta de transparencia en las partidas eliminadas. Susan Collins, republicana por Maine, criticó que “nadie sabe exactamente qué programas serán recortados”.
Radiodifusión pública y ayuda exterior entre las más afectadas
Uno de los recortes más sensibles afectará a la Corporación para la Radiodifusión Pública (CPB), que perdería 1.100 millones de dólares en los próximos dos años fiscales. La CPB financia más de 1.500 estaciones de radio y TV públicas, incluidas NPR y PBS. Las senadoras republicanas Lisa Murkowski y Collins advirtieron sobre el impacto en comunidades rurales y zonas remotas, donde estas emisoras ofrecen alertas de emergencias como tsunamis, terremotos o erupciones volcánicas.
La preocupación creció tras el sismo de magnitud 7,3 que sacudió Alaska un día antes del debate, cuyas alertas fueron transmitidas por estaciones públicas locales. “No son solo transmisiones de noticias. Son un sistema de emergencia para millones de estadounidenses”, afirmó Murkowski.
En el ámbito internacional, el paquete incluye una reducción cercana a 8.000 millones de dólares en ayuda exterior, entre ellos:
- 800 millones para asistencia a desplazados.
- 496 millones para alimentos, agua y atención médica en crisis humanitarias.
- 4.150 millones para programas democráticos y económicos en países en desarrollo.
El demócrata Brian Schatz (Hawái) condenó los recortes: “Estamos causando muertes. Esto no es neutral. Es nuestra decisión”. También advirtió que eliminar estas ayudas debilita la influencia global de EE. UU. y favorece el avance de China.
Críticas al mecanismo y riesgos de cierre de gobierno
El paquete se aprobó mediante una “solicitud de rescisión” de la Casa Blanca, que permite aplicar recortes con mayoría simple, evitando el umbral de 60 votos que normalmente requiere el Senado. Este mecanismo, aunque legal, generó malestar en varios legisladores que temen una erosión del control presupuestario del Congreso.
“El Congreso no puede renunciar a su rol fiscal”, dijo Roger Wicker (republicano por Misisipi), mientras que Thom Tillis (Carolina del Norte) advirtió que será inevitable negociar con los demócratas antes de septiembre para evitar un cierre del gobierno.
También se recortaron 400 millones al programa PEPFAR para combatir el VIH/SIDA, provocando críticas de senadores que históricamente respaldaban esta iniciativa bipartidista.
Un intento de última hora por parte de Collins para reducir el impacto en sectores críticos como salud y medios públicos fracasó por falta de apoyo. Si la Cámara de Representantes no actúa antes de la medianoche del viernes, el paquete de recortes será aprobado automáticamente.