Hubo un momento la noche del miércoles, cuando los Rays tenían una ventaja de cinco carreras, en el que el manager Kevin Cash pensó que podrían lograr otra cómoda victoria.

“Me avergüenzo de haber pensado eso”, dijo Cash, “porque Boston es bastante bueno”.

Al final, los Rays resistieron un rally de los Medias Rojas la noche del miércoles y aprovecharon otra gran jornada de su implacable lineup para quedar al borde de la historia de las Grandes Ligas con un triunfo 9-7, su duodécima victoria consecutiva para comenzar la temporada.

Tampa Bay empató la racha de ganados más larga en la historia de la franquicia, igualando la seguidilla de 12 de los Devil Rays, conseguida en junio del 2004. Solo los Bravos de 1982 y los Cerveceros de 1987 ganaron más duelos en fila abriendo una temporada en la era moderna de MLB, y los Rays podrían empatar sus inicios de 13-0 con un triunfo en el último de la serie el jueves en el Tropicana Field.

“Cuando estamos haciendo algo que es un récord de franquicia, es bastante significativo e impactante”, dijo Cash. “Así que los muchachos deberían estar muy orgullosos de eso”.

Más que nada, los Rays están orgullosos de la forma en que han armado esta racha, con casi todos aportando a la causa. Ese fue el caso nuevamente el miércoles, cuando cinco bateadores diferentes impulsaron carreras y cinco relevistas se dirigieron al montículo después del debut de su mejor prospecto, el derecho Taj Bradley.

Pero dos de las estrellas más brillantes de Tampa Bay, el dominicano Wander Franco y el cubano Randy Arozarena, estuvieron una vez más en medio de los momentos más importantes del equipo.

También fue un juego típico para estos Rays, que rara vez comienzan perdiendo y, a menudo, se abren camino a batazos sobre sus oponentes. Solo han estado abajo al final de cinco de sus primeras 108 entradas esta temporada, y su diferencial de carreras de más-65 es el tercero mejor en la historia de MLB tras los primeros 12 juegos de una campaña.

El jonrón de Arozarena en la primera entrada fue el bambinazo número 30 de Tampa Bay en el 2023, la tercera mayor cantidad en 12 juegos en la historia de las Mayores, detrás de los Marineros del 2019 (32) y los Cardenales del 2000 (31).

Eso le dio a Bradley una rápida ventaja en su debut en las Grandes Ligas, tal como Cash quería para el derecho de 22 años. Los Medias Rojas respondieron con una carrera en el cuarto, pero los Rays repicaron de inmediato.

La parte baja de la alineación de Tampa Bay armó un rally cuando Taylor Walls, el panameño Christian Bethancourt y el cubano Vidal Bruján llenaron las bases, y la parte superior del orden se encargó de completar el trabajo. El cubano Yandy Díaz largó un elevado de sacrificio a lo profundo del jardín central, y Franco continuó su tórrido comienzo de año con un doble de dos carreras entre el jardín izquierdo y el central.

“Me siento bien y me siento cómodo por poder hacer el trabajo, y no solo por mí, sino todos los demás también están haciendo el trabajo”, comentó Franco. “Estamos muy orgullosos de eso”.

Los dos clubes intercambiaron un par de anotaciones en el quinto, pero Boston no se rendiría tranquilamente. Justin Turner conectó un doble ante Jalen Beeks y anotó con un par de rodados en el sexto. En el séptimo, el dominicano Manuel Margot y el colombiano Harold Ramírez no pudieron tomar un elevado, dándole un out extra a los Medias Rojas, que aprovecharon el regalo cuando el dominicano Rafael Devers bateó un jonrón de tres rayitas al izquierdo ante el relevista Colin Poche y redujo la ventaja de Tampa Bay a una carrera.

Por segunda vez en tres días, los Rays, que ganaron 10 de sus primeros 11 juegos por al menos cuatro carreras, disputaron un duelo apretado. Pero sus mejores relevistas y bateadores estrellas respondieron en los momentos precisos.

Jason Adam lanzó una octava entrada en blanco, y luego Franco conectó un doble y anotó la rayita del seguro con un elevado de sacrificio de Arozarena. Pete Fairbanks permitió un sencillo abriendo el noveno antes de apretar el brazo para conseguir su segundo salvamento y dejar a su equipo a las puertas de la historia.

“Creo que estamos juntando todo”, dijo Bethancourt. “Estamos haciendo todo lo posible para ser la mejor versión de nosotros mismos. No estamos siendo egoístas. Solo mantenemos la línea ofensiva moviéndose. Y los lanzadores están haciendo tremendo trabajo. Con suerte, seguiremos así y llegaremos a donde queremos, que es la Serie Mundial”.