Antes de cada partido, Tarrik Brock , el coach de jardineros y corrido de bases de los Piratas, le recuerda al guardabosque central Oneil Cruz cuatro cosas fundamentales: jugar rápido, jugar con energía, jugar con alegría y tomar buenas decisiones.“Es un principio que lo guía para alcanzar su potencial, sin importar quién sea su competencia. Lo cual es bueno, porque su competencia suele ser el propio Brock.”
Cruz todavía está aprendiendo a jugar en el jardín central, después de trasladarse desde el campocorto el pasado agosto. Y como con cualquier cambio de posición, habrá altibajos y mucha instrucción. Brock está al centro del proceso de entrenamiento y adopta un enfoque muy práctico, convirtiéndolo en un juego.
Las reglas son simples: Cruz se posiciona cargado hacia el jardín central izquierdo o derecho, y Brock toma el lado opuesto (aunque luego cambian de lado). Durante una o dos rondas de práctica de bateo, llevan la cuenta de cuántos elevados y líneas pueden atrapar. Si Cruz logra atrapar al menos tres bolas más que Brock, gana.
“Esto obliga a muchas cosas”, explicó Brock. “Leer al bateador, ir tras las pelotas, competir, seguir yendo por las bolas incluso cuando estás cansado. Todo lo que vas a experimentar en el juego ocurre en la práctica”.
Existen distintas formas de practicar atrapadas de elevados, pero la práctica de bateo tiene un atractivo obvio: la mayoría de los batazos son elevados profundos o líneas. No es algo simulado ni una máquina; es una mirada real de cómo la pelota va a salir del bate en juego.
“Ese juego me ha ayudado muchísimo porque él me empuja a leer mejor la bola y tomar mejores rutas”, dijo Cruz. “Es una forma divertida de leer la bola durante las prácticas de bateo, y creo que me está sirviendo de mucho”.
Los resultados hablan por sí solos. Cruz tuvo un comienzo complicado en el jardín esta temporada, pero ha mejorado con el paso de los juegos. Desde principios de mayo, el dominicano ha acumulado 3 Outs por Encima del Promedio (OAA, por sus siglas en inglés) según Baseball Savant. El único jugador de los Piratas que ha tenido mejor rendimiento defensivo en ese período es Ke'Bryan Hayes (4 OAA).
Tiene las herramientas físicas para ser un defensor élite. La fuerza de su brazo está en el percentil 100 entre los jugadores de posición este año, promediando 97.7 mph en el 10% de sus tiros más fuertes. También tiene velocidad élite, con un sprint promedio de 28.9 mph, lo que lo ubica en el percentil 91. Tiene las herramientas, y como se ha visto con su ofensiva y corrido de bases, se trata de ayudarlo a aplicar ese talento al juego real.
Con Brock, eso se logra mostrándole que él está dispuesto a hacer todo lo que le pide a su jugador, y asegurándose de que lo hagan divirtiéndose.
“Yo aporto mucha comedia porque tengo 51 años y él tiene veintitantos”, dijo Brock.
Esta semana, Cruz ha dejado más gente asombrada por su defensa que riéndose. El martes, le robó un doble al puertorriqueño Víctor Caratini con una atrapada desplazándose hacia el jardín central derecho. Esa bolatenía una probabilidad de atrapada del 55%. En San Diego, hizo un par de atrapadas similares en el jardín central izquierdo, también con un 55% de probabilidad. Incluso los mejores defensores no suelen acumular tantas jugadas de tres estrellas.
“Cruzy ha tenido una curva de aprendizaje ahí”, manifestó el abridor Paul Skenes. “Pero creo que ya la superó. No me sorprendería si en uno o dos años se lo reconoce como el mejor jardinero central del deporte”.
A Cruz le enseñaron desde temprano en su carrera que se puede aprender algo nuevo cada día. Tiene el deseo de ser grande, y no teme mostrarlo en el plato ni en el terreno.
“Así es como juego”, dijo Cruz. “Así es como quiero salir y proyectarme frente a las personas que quizás nunca me han visto jugar. Quiero dejar una buena impresión cuando se vayan a casa. Así quiero ser todas las noches”.
Si sigue por este camino, ese objetivo se hará realidad.
“Queremos ver resultados de inmediato, y eso no es justo para un jugador”, dijo Brock. “Cuando siembras una semilla, no crece de inmediato. Hay que seguir cuidándola, regándola. Ahora estamos empezando a ver el fruto. No puedo esperar a que este árbol empiece a dar tantos frutos que caigan al suelo por sí solos”.