El primer pitcheo en el Dodger Stadium el domingo se hizo bajo una temperatura de 103 grados, el inicio de juego más caluroso de la temporada para los Dodgers.
Un par de innings más tarde durante la eventual victoria 4-0 de los Dodgers, fue Shohei Ohtani quien aportó el calor. Ohtani conectó su 46to jonrón del año en la quinta entrada contra los Guardianes, acercándose a hacer más historia en las Grandes Ligas.
“Creo que quiere ser el mejor jugador que haya jugado este juego, y una forma de hacerlo es lograr algo que nadie haya hecho antes, lo cual ya ha logrado”, dijo el mánager de los Dodgers, Dave Roberts. “Pero también te gustan los números redondos”.
El cuadrangular de Ohtani fue otro batazo impresionante para su cuenta personal, recorriendo 450 pies, según Statcast, con una velocidad de salida de 116.7 mph. El batazo del dos veces Jugador Más Valioso por unanimidad en la Liga Americana pasó justo en zona buena, lo cual fue confirmado tras una larga revisión del jefe de la cuartilla de árbitros.
Con solo 19 juegos restantes en la ronda regular, Ohtani necesita cuatro jonrones y cuatro bases robadas más para convertirse en el primer jugador en la historia de las Mayores en alcanzar la marca de 50-50. Ohtani ya es el único jugador que ha logrado 46 vuelacercas y 46 estafadas en una sola campaña.
“Estoy tratando de no pensar demasiado en ello”, comentó Ohtani. “Solo quiero estar más enfocado en sentirme bien en el plato, y siempre que sea posible durante el juego … eso es lo que estoy tratando de hacer y en lo que estoy enfocado”.
Mientras Ohtani ofrecía los fuegos artificiales, el derecho Jack Flaherty quien le dio a los Dodgers exactamente lo que necesitaban en el montículo. Mientras batallan con una rotación mermada por las lesiones, ha sido Flaherty quien ha proporcionado la estabilidad tan necesaria desde su adquisición en la Fecha Límite vía un canje con los Tigres.
“Golpea la zona con todos sus lanzamientos”, resumió el tercera base de los Dodgers, Max Muncy, quien bateó un jonrón solitario en el octavo. “Tiene una muy buena idea de lo que quiere hacer allí arriba. No permite que nada lo desvíe de su plan de juego. Sabe lo que quiere hacer con cada bateador, y eso se puede notar con la confianza que tiene cuando lanza sus pitcheos. Es muy divertido jugar detrás de él”.
La apertura de Flaherty el domingo fue, sin duda, la mejor que ha tenido con los Dodgers, lanzando 7.1 innings en blanco. No tuvo problemas contra los Guardianes, permitiendo solo tres pelotas bien conectadas.
Como ha sido el caso durante toda el 2024, Flaherty tuvo mucho éxito con sus lanzamientos rompientes. Flaherty registró 11 de sus 14 swings en blanco con su slider y su curva de nudillos.
“Fue grandioso”, mencionó Flaherty sobre llegar a la octava entrada. “Especialmente después de un día de bullpen ayer. Poder llegar lejos después de un juego de bullpen fue enorme. Sí, es una sensación agradable”.
Al salir del terreno, Flaherty recibió una ovación de pie del público en el Dodger Stadium. Eso es algo que los Dodgers esperarán ver más a menudo mientras confían en Flaherty para que sea uno de sus brazos clave en la recta final – mientras buscan su undécimo título de la División Oeste de la Liga Nacional Oeste en 12 temporadas – y en la postemporada.
“Ha añadido estabilidad, consistencia y hoy, fue una clínica de pitcheo”, añadió Roberts. “Obviamente estaba haciendo mucho calor allá afuera, así que el hecho de que haya sido eficiente y hacernos volver rápido al dugout para batear fue enorme. Tuvo dominio todo el día con su recta y sus lanzamientos rompientes. Los mantuvo fuera de balance”.