Antes del juego del miércoles contra los Rockies, Shohei Ohtani sólo había subido al montículo del Coors Field una vez, durante el Juego de Estrellas del 2021, cuando abrió por la Liga Americana y lanzó una entrada en blanco.
Aunque Coors ha demostrado una y otra vez ser un escenario donde cualquier cosa puede suceder, Ohtani esperaba que su primera presentación de temporada regular allí también transcurriera sin problemas.
Pero fue todo lo contrario: Ohtani permitió cinco carreras y un máximo personal igualado de nueve hits en cuatro innings en la derrota de los Dodgers 8-3 ante los Rockies. Para empeorar la noche, recibió un pelotazo en la parte lateral de la pierna derecha por una línea de 93.7 mph conectada por el venezolano Orlando Arcia en la cuarta entrada.
Aunque Ohtani permaneció en el juego tras ser revisado por el mánager Dave Roberts y el cuerpo médico, fue sustituido en la alineación por el bateador emergente Alex Call al iniciar el octavo inning, con los Dodgers abajo 6-1. En sus tres apariciones al plato, Ohtani se fue de 2-1 con un doble y una base por bolas.
Roberts dijo después del juego que Ohtani sufrió una contusión en el muslo derecho y que no cree necesario realizarle exámenes. El piloto añadió que es “optimista” de que Ohtani pueda volver a la alineación para el inicio de la serie contra los Padres en Petco Park el viernes, tras el día libre programado del jueves en el cierre de la serie contra Colorado.
“Esa es mi intención”, dijo Ohtani a través de su intérprete Will Ireton, “asegurarme de recibir mi tratamiento y que la meta sea regresar a la normalidad. … Me golpearon en el mismo lugar antes esta temporada con un pelotazo. Ahora mismo se siente bastante bien. Haré todo lo que esté a mi alcance para que no me afecte de aquí en adelante”.
“Se estaba poniendo rígido y había algo de inflamación”, explicó Roberts sobre por qué lo retiró en el octavo inning. “Fue en el muslo, afortunadamente, y no en la rodilla. Pero le dio de lleno. … Sentí que conforme avanzara el juego se iba a endurecer más”.
Antes de su complicada apertura del miércoles, Ohtani sólo había permitido nueve hits en un juego una vez en su carrera en Grandes Ligas, contra los Astros cuando lanzaba para los Angelinos el 10 de septiembre del 2021.
Ohtani comentó que sabía que las condiciones serían diferentes en la altitud de Denver, pero que no siente que eso deba haber provocado sus pobres resultados.
“Muy lamentable”, expresó. “Puse al equipo en una mala situación. Fue una salida muy desafortunada. Ojalá hubiera podido hacerlo mejor. … Estaba consciente en mi sesión de bullpen de que la pelota no se mueve tanto como lo hace al nivel del mar. Pero de nuevo, eso no es una excusa”.
Ohtani tuvo problemas, pero no fue el único. Por segunda vez en tres días, la ofensiva de los Dodgers se apagó en una derrota contra el equipo con el peor récord de MLB, mientras tratan de mantener a raya a los Padres, a quienes barrieron el fin de semana pero de los que ahora sólo están 1.0 juego arriba en la División Oeste de la Liga Nacional tras la victoria de San Diego sobre los Gigantes el miércoles.
En el primer choque de la serie, el lunes por la noche, Los Ángeles se fue de 11-2 con corredores en posición de anotar en una derrota 4-3 con un walk-off. La ofensiva respondió con fuerza el martes, haciendo parecer la derrota como un simple tropiezo.
Pero los bates de los Dodgers volvieron a apagarse el miércoles, incapaces de descifrar al derecho Tanner Gordon, quien llegó al juego con efectividad de 7.98. La única ofensiva de Los Ángeles antes del noveno inning fue un jonrón en solitario de Teóscar Hernández en el sexto episodio.
“No sé la respuesta”, confesó Roberts. “Fue desconcertante en el sentido de los muchachos que tenemos, los que estamos poniendo ahí, ver esas inconsistencias. Estamos tratando de resolverlo. Este tiene que ser uno de esos juegos que simplemente borramos”.
Con el Oeste tan apretado y otro enfrentamiento contra San Diego en puerta, el cierre de la serie del jueves en Colorado se volvió mucho más crítico de lo que los Dodgers esperaban.
“Estoy muy agradecido de que tengamos un juego diurno mañana”, señaló Roberts. “… Supongo que en este momento, mientras me siento aquí, no hay nada que pueda hacer para cambiarlo. Tenemos que ganar mañana. Pero al mirar atrás, ciertamente deja un mal sabor de boca”.