En los últimos siete días, los Mets jugaron siete partidos en el Citi Field. No perdieron ninguno de ellos. La semana pasada, los Mets volaron a casa con una ventaja de un juego en la División Este de la Liga Nacional. Cuando el sencillo del domicano Starling Marte cayó en terreno corto del jardín central la tarde del miércoles, lideraban la división por cinco juegos y poseían el mejor récord (18-7) de las Grandes Ligas.
El batazo de oro de Marte en la décima entrada en una victoria 4-3 sobre los Filis fue solo el ejemplo más reciente de lo que ha estado sucediendo casi todos los días en el Citi Field. Los Mets no solo han ganado siete seguidos, sino que son el único club en las Mayores en ganar al menos seis en fila en múltiples ocasiones. En cuanto a su récord durante la última semana, marcó solo la segunda estadía perfecta de al menos siete desafíos en la historia de la franquicia.
“Es fenomenal”, dijo el primera base Pete Alonso. “No se puede mejorar un 7-0”.
Lo hicieron el miércoles navegando con calma otro duelo de tres horas. Empatados después de nueve completos, los Mets le pidieron al cerrador puertorriqueño Edwin Díaz que les diera una segunda entrada por primera vez esta temporada. Díaz procedió a permitir un sencillo de Nick Castellanos que le dio la ventaja a los Filis antes de salir debido a calambres en la cadera izquierda. Terminó estando bien después de descansar y hacerse algunas pruebas, pero la salida de Díaz dejó a los Mets en una situación bien complicada en ese punto del décimo.
Max Kranick entró a lanzar y, después de llenar las bases con una base por bolas y un hit, retiró a los siguientes dos bateadores para preservar el déficit de una carrera. Unos minutos más tarde, Alonso empató las acciones nuevamente que pegó de un bote contra la pared entre el jardín central y el derecho. Luego, con dos outs, Marte conectó su hit ganador.
“Estamos jugando un gran béisbol en este momento”, comentó Marte. “Todo el mundo está enfocado. Tenemos una alineación élite y todos estamos haciendo las cosas necesarias para ganar juegos”.
Eso significa cosas como Brett Baty conectando su primer jonrón de la temporada mientras se enfrentaba a un potencial descenso a las menores, o el dominicano Juan Soto haciendo un tiro crucial desde el jardín derecho para cortar la posible carrera de la ventaja en el plato en el octavo, o Hayden Senger estirándose para tocar al corredor en esa misma jugada que preservó el empate. Cosas como David Peterson dejando a seis corredores varados en las bases en las primeras cuatro entradas, o el puertorriqueño Francisco Lindor embasándose tres veces por cuarto juego consecutivo.
“No tiene que ser el mismo jugador todo el tiempo”, resumió el jardinero Brandon Nimmo. “Cada equipo tiene que ir descubriendo de qué está hecho cada año. Tienes nuevos muchachos. Tienes que conseguir respuestas, ‘OK, ¿qué va a ser este equipo?' Y este equipo ha sido realmente valiente. No tiene que verse bonito. Solo encontrar una manera de ganar”.
De todos los miembros del roster, Nimmo ofreció quizás el mensaje más precavido después del partido. Nimmo, el jugador de los Mets con más años de servicio en el club, ha sido testigo de algunos de los altibajos más altos y más bajos en la historia reciente de la franquicia. Él entiende que este comienzo -- empatado como el segundo mejor que los Mets han tenido en los primeros 25 juegos, solo detrás del equipo que ganó la Serie Mundial en 1986 -- es algo poco común. También sabe que un mal mes puede borrarlo (y algo más).
Pero lo que es prometedor, dijo Nimmo, es que no cree que los Mets hayan jugado su mejor béisbol todavía, no con él y Soto rindiendo por debajo de sus respectivos niveles, no son múltiples miembros de la rotación lesionados y otros factores que no han ido del todo a su favor. Los Mets, Nimmo siguió repitiendo, están “encontrando maneras de ganar” a pesar de todo. Y está orgulloso de eso.
“Cuando se encienden las luces”, agregó Peterson, “somos 26 muchachos jugando como uno solo”.
Lo que sucederá a continuación está por verse. Los banderines no se ganan en abril. Pero considerando el contexto de lo que los Mets lograron durante los últimos cuatro meses de la temporada pasada, más la adición de Soto (y otros) y el gran arranque del equipo, las expectativas se han disparado. Los Mets ahora son los favoritos para ganar el Este de la L.N. No lo eran antes de que comenzara la campaña. Sus probabilidades de ganar la Serie Mundial, según las proyecciones de FanGraphs, son más altas que las de todos los equipos, excepto los Dodgers.
“Entiendan que solo es abril”, advirtió el mánager Carlos Mendoza. “Vamos a ver a esos muchachos mucho más, y son buenos equipos. Estamos felices de estar jugando muy bien. Pero lo dije anoche: Va a ser un verano divertido”.
AARON JUDGE SIGUE CALIENTE
Aproximadamente una hora y media antes del primer lanzamiento del último juego de la serie de los Yankees contra los Guardianes el miércoles, Aaron Judge capturó la atención del clubhouse de los visitantes en el Progressive Field.
Pero fue de una manera poco convencional.
Los televisores en el clubhouse, donde casi siempre se ve MLB Network, estaban mostrando un resumen de la jornada de cuatro hits de Judge el martes, con la cual elevó su promedio de bateo a .411.
La mayor parte del tiempo, los televisores sirven como ruido de fondo para las conversaciones y el movimiento que ocurre en el clubhouse. Pero cuando Judge apareció en la pantalla, los venezolanos Oswaldo Peraza y Jorbit Vivas, y el dominicano Pablo Reyes, detuvieron su conversación y observaron atentamente cómo en la transmisión analizaban las hazañas de Judge.
Judge le brindó a ese trío (y a los 23,981 asistentes en el Progressive Field) otra exhibición el miércoles, cuando se fue de 4-2 en la victoria de Nueva York por 5-1 sobre Cleveland. Judge ahora está bateando .415/.513/.734 en 94 turnos al bate. También está empatado en el liderato de las Grandes Ligas en carreras impulsadas (26) con Pete Alonso de los Mets.
“Más excelencia”, resumió el mánager de los Yankees, Aaron Boone.
Judge encendió las cosas en el primer inning con un estruendoso triple ante el abridor de los Guardianes, el dominicano Luis L. Ortiz. El triple salió de su bate a 110.9 mph y recorrió 424 pies por el jardín central, y estuvo a apenas pulgadas de ser su octavo jonrón del año. En cambio, tuvo que conformarse con el sexto triple de su carrera y apenas el tercero desde 2018.
Judge agregó su segundo hit con un sencillo con un out en el segunda.
“Nunca deja de sorprender”, dijo Boone sobre Judge.
Ese triple fue parte de una primera entrada ocupada para los Yankees. Ben Rice lideró el episodio con una base por bolas (y anotó con el triple de Judge), mientras que Cody Bellinger recibió una base por bolas y Paul Goldschmidt conectó un doble productor para darle a los Yankees una ventaja de 2-0 antes de registrar el primer out.
Agregaron dos carreras más una entrada después con sencillos productores de Rice y Goldschmidt.
Después de 25 juegos el año pasado, Judge estaba bateando .191 con solo 18 hits. Sumó más de un tercio de ese total en Cleveland al irse de 12-7 en la serie de tres juegos.
Si bien a Judge le está yendo mucho mejor que el abril pasado, no siente que esté haciendo nada extremadamente diferente.
“Es béisbol, esas cosas pasan”, comentó. “Ustedes podrían estar hablando conmigo cuando esté teniendo un mes difícil y estaría diciendo lo mismo. Se trata de mantener las cosas simples. Quería tener un mejor abril que el año pasado”.
Si bien Goldschmidt ayudó a Judge en el terreno al impulsarlo, Judge dijo que el jugador de 37 años también es un activo fuera del campo.
“Tenerlo detrás de mí me hace la vida más fácil”, señaló Judge. "Pero también tenerlo a él y a Giancarlo (Stanton) como personas con quien hablar y repasar los informes de scouts es genial. Es un profesional”.
Goldschmidt también terminó con un juego de múltiples hits para respaldar al abridor Carlos Rodón, quien lanzó siete entradas brillantes. Rodón ponchó a ocho y permitió solo una carrera sucia, cuatro hits y dos bases por bolas.
Durante ocho años, Rodón observó a Judge desde lejos con los Medias Blancas y los Gigantes. Y aunque dijo que disfrutaba enfrentarse a Judge, aclaró que disfruta más de ser su compañero de equipo.
“Esta semana, es Tony Gwynn. La próxima semana, podría ser Hank Aaron”, dijo Rodón con una sonrisa.
Este es el primer año de Goldschmidt como compañero de equipo de Judge. Ahora puede cosechar los beneficios de batear detrás de uno de los mejores jugadores del planeta.
“Es divertido de ver”, contó Goldschmidt. “Es el más profesional y el líder. Es el capitán por una razón”.
Cachorros barren a Dodgers tras otro clásico toma y dame en el Wrigley
El mánager de los Dodgers, Dave Roberts, conoce a Pete Crow-Armstrong, dado que el jardinero central de los Cachorros es amigo de su hijo. Durante una charla previa al juego con los reporteros el miércoles, Roberts dijo que le gustaba la energía que aporta Crow-Armstrong.
“Es un buen muchacho, bueno para el béisbol”, dijo Roberts.
Crow-Armstrong simplemente no ha sido bueno para los Dodgers.
La noche del miércoles, Crow-Armstrong bateó un jonrón de tres carreras que ayudó a liderar otra remontada de los Cachorros camino a una victoria de 7-6 sobre Los Ángeles en el Wrigley Field. Crow-Armstrong terminó con cuatro carreras empujadas, un par de bases robadas y dio tres hits por segunda noche consecutiva contra los Dodgers.
Fue otra actuación completa para la bujía de los Cachorros, que ha estado en una racha en las últimas dos semanas. Eso ha incluido cinco juegos contra los Dodgers en los que el jugador de 23 años se fue de 22-10 (.455) con cuatro jonrones, dos dobles, un triple, nueve carreras impulsadas y una serie de grandes atrapadas en cinco juegos contra el equipo de su ciudad natal.
“Es de lo que son capaces los jugadores especiales: impactar todas las áreas del juego”, declaró el mánager de los Cachorros, Craig Counsell. “Mover el bate. Poder. Correr las bases. Defensa. Fue un juego maravilloso e hizo sentir su presencia a lo grande”.
Roberts bromeó diciendo que Crow-Armstrong podría necesitar enviarle una botella de vino o algunas pelotas de golf como regalo por todo el éxito que ha tenido contra los Dodgers. Como mínimo, los Dodgers estarán felices de no ver a Crow-Armstrong por el resto de la temporada.
“Bien. Eso es lo que estoy tratando de hacer”, bromeó Crow-Armstrong. “Ha sido difícil verlos tener tanto éxito en los últimos años”.
Crow-Armstrong tuvo un comienzo lento en la caja de bateo esta temporada, pero llegó al juego del miércoles con un fWAR de 1.3 desde el 7 de abril. Esa marca lo tenía empatado con la superestrella de los Yankees, Aaron Judge, como la mejor en las Grandes Ligas en ese lapso. Incluyendo la actuación del miércoles, el jardinero central ahora está bateando .393/.414/.804 con 12 extrabases, 13 carreras anotadas, 14 impulsadas y siete robos en 14 juegos desde esa fecha.
El vuelacerca de tres carreras de Crow-Armstrong -- su quinto bambinazo de la temporada -- combinado con un ataque de cuatro carreras en el quinto, ayudó a los Cachorros a mejorar a 16-10 en esa campaña. Con Crow-Armstrong rindiendo en el tercio inferior de la poderosa ofensiva de Chicago, los Cachorros tienen foja de 4-1 contra los Dodgers desde que perdieron los dos juegos en la Serie de Tokio.
“Pete Crow-Armstrong realmente nos ha matado”, resumió Roberts. “Todos están moviendo los bates. Han lanzado decente, pero, sí, son un equipo mucho más confiado. Y son un buen club. Sabíamos eso al comenzar la temporada”.
Crow-Armstrong pegó un doble productor y un bambinazo de dos carreras dentro de la alocada victoria de los Cachorros por 11-10 sobre los Dodgers en 10 entradas el martes. Fue el primero en correr por el infield cuando Ian Happ conectó su sencillo de oro. Y luego el miércoles, el jonrón de Crow-Armstrong le dio a Chicago una ventaja de 3-2 en la cuarta, y su sencillo productor coronó el racimo cuatro carreras en la quinta.
Después de su bambinazo, cuando Crow-Armstrong regresó al jardín central para la quinta entrada, fue recibido con fuertes cánticos de “P-C-A” que lo han seguido desde Tokio hasta L.A. hasta el Wrigley Field esta campaña. El jardinero central levantó los brazos en el aire mientras se dirigía a su posición.
“Esa es una de mis partes favoritas de mi día”, confesó Crow-Armstrong sobre interactuar con los fanáticos en las gradas del jardín central. “Había varios fans de los Dodgers en las gradas detrás de mí, así que no sentí que pude saludar por completo. Pero eso es lo mejor de todo”.
Y patrullando el jardín central, Crow-Armstrong también atormentó a los Dodgers.
Statcast actualmente tiene a Crow-Armstrong en el percentil 100 por Valor de Carrera de Fildeo, colocándolo en la cima de la clase defensiva de las Grandes Ligas. Tiene una habilidad especial para hacer que las jugadas difíciles parezcan rutinarias, como lo demostró nuevamente.
En el séptimo inning, Tommy Edman envió una línea dura entre el central y el izquierdo, pero Crow-Armstrong le llegó a la bola con aparente facilidad. Statcast le dio a la jugada una probabilidad de captura de apenas al 10%.
“He tenido la suerte de jugar frente a algunos jardineros centrales increíbles", dijo el abridor de los Cachorros, Matthew Boyd, quien trabajó seis entradas en la victoria. “Pero él está en la cima de la lista. Es realmente, realmente bueno ahí fuera. Defensivamente, tengo que decir que probablemente sea el mejor. Y lo que está haciendo en el plato no es una sorpresa".