El exjugador de grandes ligas Manny Mota, histórico jugador y entrenador de los Dodgers de Los Ángeles, sufrió un derrame cerebral.
“Anoche, la leyenda de los Dodgers Manny Mota sufrió un derrame cerebral. Se encuentra en recuperación, respondiendo al personal médico y descansando cómodamente”, posteraron los Dodgers de Los Ángeles, en su cuenta de X.
Manuel Rafael Mota Gerónimo, nacido el 18 de febrero de 1938 en la República Dominicana, se destacó solo por su habilidad como bateador emergente, uno de los mejores de la historia, sino también por su extensa labor como coach y mentor de generaciones de jugadores.
Una vida dedicada al béisbol
Durante su carrera en MLB, vistió los uniformes de los San Francisco Giants, Pittsburgh Pirates, Montreal Expos y, principalmente, los Dodgers de Los Ángeles, equipo con el que también sirvió como coach por más de tres décadas.
En la pelota invernal dominicana, su nombre está intrínsecamente ligado a los Tigres del Licey, equipo con el que también dejó una huella imborrable.
Mota es el único dominicano en MLB que logró promediar .300 o más en al menos 20 temporadas, un logro que habla por sí solo de su consistencia y calidad al bate. Su especialidad como bateador emergente lo llevó a imponer un récord duradero: 150 hits en esa condición, marca que lo definió como un arma letal desde el banco.
Jugó para equipos como Gigantes, Piratas, Expos y Dodgers, acumulando 1,149 hits y un sólido promedio de .304 en 3,779 turnos oficiales. Era conocido por su swing corto y certero hacia el lado derecho, que lo hacía extremadamente difícil de ponchar.
En la Liga Dominicana, Manny Mota brilló como un jardinero central estelar, destacando tanto en ofensiva como en defensa. Su legado en los campeonatos nacionales es impresionante: ostenta el promedio de bateo más alto de por vida con .333, es quinto en hits (800), segundo en triples (41) y cuarto en carreras anotadas (342).
Su dominio fue tal que lideró la liga en promedio de bateo tres temporadas consecutivas y fue líder en hits en dos ocasiones. Una carrera marcada por la consistencia, la disciplina y el talento puro.
La llegada de Mota a los Dodgers en 1969, como parte de un cambio liderado por Maury Wills, marcó el inicio de una relación duradera. Allí no solo consolidó su carrera, sino que encontró un hogar. Agradecido con la organización, Mota siempre valoró la oportunidad de desarrollarse dentro y fuera del terreno.
Luego de su retiro como jugador, Manny Mota se convirtió en entrenador, locutor en español y embajador comunitario de los Dodgers. En todos esos roles, demostró el mismo compromiso y entrega que en su época de jugador, acercándose a los fanáticos con humildad y calidez.
Su impacto fue tal, que se unió al grupo selecto de “Leyendas” de la franquicia, junto a nombres como Don Newcombe, Fernando Valenzuela, Steve Garvey y Kirk Gibson.
Como manager del Licey, Mota también cosechó grandes logros. Fue campeón en cuatro ocasiones, igualando a Felipe Alou y solo por detrás de Félix Fermín. Sus primeros dos títulos llegaron como manager-jugador, en las temporadas 1969-70 y 1970-71. Más adelante, ya retirado como jugador, volvió a coronarse en 1982-83 y 1983-84.
Su liderazgo también brilló en la Serie del Caribe. En 1971, fue campeón, líder de bateo con .579 y nombrado Jugador Más Valioso. En 1973, repitió como líder de bateo (.500) en Venezuela, compartiendo protagonismo con Jesús Alou.
En total, participó en 9 campeonatos nacionales y ganó 3 Series del Caribe con el glorioso Tigres del Licey.