El Comité Judicial de la Cámara de Representantes, presidido por los republicanos, indicó este lunes que está investigando al FBI por haber buscado la participación de lugares de culto católicos como fuentes potenciales para informar sobre sus feligreses.
El comité reivindicó que los estadounidenses deben poder ejercer sus derechos fundamentales de la Primera Enmienda, la que protege el derecho a la libertad de religión y de expresión, sin miedo a que el FBI haya colocado a “informantes” en sus centros de culto.
Sus pesquisas están centradas en cómo la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) investigó casos de extremismo violento de estadounidenses católicos.
Según sus fuentes, el FBI utilizó al menos a un agente encubierto para desarrollar su análisis y propuso a sus agentes que se acercaran a parroquias católicas para hacer fuentes entre el clero y su liderazgo para recabar información sobre los fieles.
Esta “sorprendente información”, a su juicio, les hace solicitar los documentos que haya al respecto y convocar al director del FBI, Christopher Wray, para que coopere en su investigación parlamentaria.
El poder de esa investigación es limitado. Los miembros del Congreso pueden celebrar audiencias públicas para obtener más información sobre asuntos que consideran preocupantes, pero su impacto normalmente se reduce a cambios a nivel normativo.