Los Lakers despejan la incógnita, ante la falta de incorporaciones y buscando ahora la mejora de plantilla en diversos traspasos, que más importancia cobraba estos días: LeBron James ya está renovado.
El rey de Akron ha acordado un nuevo contrato por el máximo salarial -que le podían ofrecer, según el convenio colectivo- con Los Angeles Lakers. Serán dos nuevos años los que esté bajo el paraguas de los angelinos, aunque el acuerdo tiene una cláusula de salida (player option, será James el que decida) que se puede ejecutar en 2025. El montante final se pone en 104 millones de dólares por esas dos campañas. La información que llega desde Estados Unidos, avanzada por Shams Charania (The Athletic), añade que la intención del cuatro veces campeón de la NBA es tomar la decisión de su permanencia como jugador año a año.
Los Lakers esperaban a la decisión de James para ver con cuánto dinero contaban para la ingeniería de plantilla. Visto que se les han escapado varios de sus objetivos, la franquicia le ha dado el máximo.
LeBron James, de 39 años, disputará su 22ª temporada en la NBA con el gusto, además, de hacerlo junto a su hijo Bronny. Padre e hijo podrán hacer historia, ya que formarán el primer dúo de estas características en un mismo club de la liga norteamericana, durante la 2024/25.
El progenitor viene de otra campaña con unos números de escándalo para su edad: 25′7 puntos, 7′3 rebotes, 8′3 asistencias, 1′3 robos, rozando el 60% en tiros de dos y superando el 40% en tiros de tres. A pesar de no avanzar tanto como el curso anterior, porque los Nuggets les eliminaron en la primera ronda de los playoffs, el grueso seguirá en L.A. bajo el mando de un nuevo entrenador, el novato J.J. Redick.
El ex de Heat y Cavs, en activo desde 2003 y uno de los mejores que jamás haya tocado el balón naranja, se reserva además en este contrato otra estipulación importante: capacidad para vetar un traspaso en el que él estuviera incluido.