Que el 50% de los sometidos a la justicia por supuestamente cometer actos de corrupción admitan los hechos ante un juez de instrucción, es un triunfo incuestionable del Ministerio Público y una vergonzosa derrota a los alegatos de la dirección política del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que ha salido en defensa de los 20 imputados de la Operación Calamar.
Tanto el expresidente Danilo Medina, líder máximo de la organización y presidente del partido, así como Francisco Javier García, miembro del Comité Político, entre otros, han vuelto a quedar muy mal parados ante la opinión pública dominicana en sus desacertadas defensas en favor de sus compañeros de partido y allegados, alegando que las actuaciones del Ministerio Público responden a una persecución política.
La desmoralización a lo interno del PLD, por los continuos apresamientos de sus dirigentes por parte del Ministerio Público, sumado al cáncer de próstata que reveló tener el expresidente Danilo Medina, la incertidumbre y nerviosismo campean en esa organización política.
La cúpula peledeísta va de mal a peor, lidiando ahora con otro inconveniente a lo interno del partido: enfrentar la pesadumbre de sus miembros, pero en especial, la de los incondicionales danilistas, por la enfermedad de su líder.
De acuerdo a Medina, la enfermedad que padece es curable. Pero, no ofreció detalles sobre el tipo de cáncer y tamaño, el hospital donde fue atendido en Estados Unidos ni los médicos especialistas que le diagnosticaron.
Dando crédito a sus palabras, creemos que Medina, por el peligro de su enfermedad, debería someterse al retiro del mundo político y social que le rodea, entregando la dirección del partido al Comité Político del PLD que tanto stress le provoca y poder acumular la energía que necesitará en caso de ser citado por el Ministerio Público a responder sobre su supuesta complicidad en los hechos que alegadamente cometieron los imputados de la Operación Calamar.
Durante la primera semana de marzo de 2015, a Medina se le diagnosticó una dermatitis en la cara que, según sus médicos, fue producto del estrés por causa de sus largas horas de trabajo al frente de la conducción del Estado.
Esta enfermedad podría estar afectando severamente al exmandatario actualmente por los escándalos de corrupción que se ventilan públicamente.
Algunos hematólogos y especialistas de salud mental han considerado que cuando el estrés llega a un nivel crónico, hace que el cáncer se propague más rápido, debido a que un cuerpo estresado libera neurotransmisores, como la norepinefrina, que estimulan las células cancerígenas.
Es norma de figuras de gran relevancia política, artística, deportiva o empresarial dar a conocer a la opinión pública el padecimiento de una enfermedad catastrófica luego de que agotan de manera infructuosa todos los recursos para recuperar su salud. En el caso de Medina, esperamos que no sea así.
El expresidente Jacobo Majluta murió de cáncer de pulmón en 1996 en Tampa, Florida; José Francisco Peña Gómez, falleció de un cáncer de páncreas en mayo de 1998, y Jacinto Peynado, exvicepresidente de la República, murió de cáncer de colon en agosto de 2004 en Miami, Florida.
El humorista y cantante Luisito Martí murió de un cáncer de estómago en enero de 2010 en Santo Domingo; el productor y humorista de televisión Freddy Beras Goico falleció víctima de cáncer de páncreas en un hospital de Nueva York en noviembre de 2010, y el luchador profesional Jack Veneno también murió de un cáncer de páncreas en abril de 2021.
Es indudable que lo que ha pasado con algunos miembros de su familia, caso de un hermano y una hermana, encartados en el caso Antipulpo, así como con ex funcionarios y/o miembros de su partido que le acompañaron en su administración del 2012 al 2020, han incidido en su estado de ánimo y, sin lugar a dudas, en su situación de salud.
Informar a la nación que padece de un cáncer prostático justo en el momento en que otro grupo de cercanos colaboradores de su gobierno están presos por supuestamente desfalcar al Estado con más de 19 mil millones de pesos, pareció una estrategia o manipulación para detener una citación judicial o investigación en su contra por parte del Ministerio Público.
Se da como un hecho que Medina sea citado para testificar ante un juez por su vinculación directa o indirecta en los hechos imputados a 20 personas en la Operación Calamar y los involucrados en los casos Antipulpo, Caracol, Coral, entre otros. Por su estado de salud, esto ya será una decisión a sopesar por el Ministerio Público.
En la semana que concluye, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, felicitó a su homólogo dominicano Luis Abinader en la Segunda Cumbre Internacional por la Democracia, por sus esfuerzos en el fortalecimiento de un poder judicial independiente, la transparencia y persecución de la corrupción, una señal directa de que el gobierno dominicano tiene el apoyo de los EEUU.