La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que más de la mitad de la población haitiana, equivalente a unos cinco millones de personas, enfrenta inseguridad alimentaria severa, mientras que dos millones se encuentran en situación de emergencia extrema, en medio de una crisis humanitaria sin precedentes marcada por la violencia de las bandas y el colapso económico del país.
El más reciente informe de la ONU describe a Haití como un país “literalmente asfixiado por la violencia armada”, donde el control territorial de las bandas criminales ha interrumpido los circuitos de abastecimiento, generando escasez de alimentos y un drástico aumento de precios.
Entre agosto de 2024 y julio de 2025, el índice de precios al consumidor aumentó más del 30 %, mientras que el precio de los alimentos se disparó en la misma proporción, en un país que lleva seis años consecutivos en recesión.
Colapso económico y aumento del hambre
La ONU detalla que sectores clave como el textil —principal motor de las exportaciones haitianas— han perdido 40.000 empleos desde 2021, con quince fábricas cerradas, mientras que la industria de la construcción y los servicios públicos han reducido su actividad en más de 40 %.
El hambre se ha convertido en el rostro más visible del colapso social. En los barrios populares de Puerto Príncipe, los hogares destinan hasta el 65 % de sus ingresos a alimentos, y cuatro de cada diez familias presentan niveles de hambre moderados o severos. Casi la mitad se ha endeudado para poder comer, según el informe.
En el campo, los agricultores enfrentan escasez de insumos, inseguridad y desplazamientos forzados, lo que amenaza la próxima cosecha. Se estima que la producción de arroz, maíz y sorgo caerá un 25 % respecto al promedio de los últimos cinco años. “Los hogares rurales no tienen medios para preparar la próxima campaña agrícola”, advirtió la ONU.
Crisis de desplazamientos y violencia descontrolada
A la crisis alimentaria se suma una emergencia de desplazamientos internos. En junio de 2025, 1,3 millones de personas habían huido de sus hogares, un incremento del 25 % en apenas seis meses, según la ONU.
De ese total, 210.000 personas viven en refugios improvisados, la mayoría en escuelas o edificios públicos, en condiciones de hacinamiento, falta de agua potable y ausencia de servicios sanitarios.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó que 680.000 menores han sido forzados a desplazarse por la “violencia fuera de control”, cifra que se ha duplicado en un año.
“Los niños y niñas de Haití viven la violencia y el desplazamiento en un nivel aterrador. Se les ha arrebatado la infancia”, declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.
Aumento de abusos, enfermedades y desesperación
La ONU reporta un aumento de la violencia sexual, enfermedades como el cólera y problemas de salud mental, especialmente en las regiones más afectadas como Artibonite, La Gonâve, el Noroeste y los barrios pobres de Puerto Príncipe —entre ellos Cité Soleil, Croix-des-Bouquets, Tabarre, Delmas y Pétion-Ville—, todos clasificados en situación de inseguridad alimentaria urgente.
Aunque ninguna zona ha sido catalogada oficialmente como en hambruna, el organismo advierte que la situación podría deteriorarse rápidamente si se reduce la ayuda humanitaria. En algunos departamentos, una cuarta parte de los hogares depende ya de la asistencia alimentaria para sobrevivir.