Los fanáticos ya estaban alborotados cuando Aaron Judge se paró en la caja de bateo por primera vez la tarde del sábado, luego de que Paul Goldschmidt y Cody Bellinger conectaran jonrones con los dos primeros pitcheos del cubano Néstor Cortés. El capitán de los Yankees hizo historia al sumar un tercer bambinazo consecutivo, y la ofensiva apenas comenzaba.
Judge disfrutó del tercer juego de tres cuadrangulares en su carrera, incluyendo un grand slam y un bambinazo de dos vueltas, dentro de una jornada en la que los Yankees impusieron un récord de la franquicia con nueve vuelacercas en su paliza 20-9 sobre los Cerveceros en el Yankee Stadium.
“Ver a los Bleacher Creatures saltando de emoción, uno tiene que salirse un momento y tomar aire antes de volver a la caja”, exclamó Judge, quien remolcó ocho carreras, su mayor cifra en un juego. “Definitivamente te acelera el pulso. Fue muy divertido”.
El tercer estacazo de Judge llegó en el cuarto acto, con lo que igualó una marca de franquicia con ocho jonrones en un mismo juego, algo que los Yankees ya habían hecho el 28 de junio de 1939 ante los Atléticos, y el 31 de julio de 2007 frente a los Medias Blancas.
El venezolano Oswald Peraza conectó un tablazo de dos rayas como emergente en el séptimo episodio, para el noveno jonrón de los Yankees en el encuentro. Sólo otros dos equipos de MLB han disparado al menos nueve vuelacercas en un partido: los Azulejos, que impusieron un récord de Grandes Ligas con 10 jonrones ante los Orioles el 14 de septiembre de 1987; y los Rojos, que dieron nueve ante los Filis el 4 de septiembre de 1999.
“Wow, qué desempeño”, elogió el piloto de los Yankees, Aaron Boone, quien pegó uno de los jonrones de Cincinnati en ese duelo de 1999. “Fue un juego raro, medio loco. Obviamente tenemos que defender mejor, pero hubo muchos turnos de calidad. Fue bueno conseguir la victoria”.
Sí, como aludió Boone, los Yankees jugaron con desprolijidad al cometer cinco errores, una de las razones por las que el zurdo Max Fried no pudo llevarse la victoria en su debut con el uniforme a rayas, saliendo tras 4.2 innings pese a contar con 16 carreras de respaldo. Los bates lo rescataron.
Judge, quien pegó 58 palos de vuelta entera el año pasado en ruta a su segundo Premio Jugador Más Valioso de la Liga Americana, siguió al batazo de Goldschmidt y al primer vuelacercas de Bellinger con su primer cuadrangular de esta campaña. Fue la primera vez en la historia de la franquicia que los Bombarderos del Bronx conectan tres cañonazos consecutivos para iniciar un juego.
“Fue como, ‘Bang, bang, bang’, y ya estábamos arriba por tres”, comentó Bellinger. “Esto fue emocionante. Nos encanta esta alineación, nos encanta la profundidad, nos encantan los muchachos que tenemos en este clubhouse”.
Austin Wells agregó un jonrón en solitario ante Cortés, completando un primer inning de cuatro cuadrangulares para los Yankees, algo inédito en su historia.
“Uno cree que ya lo ha visto todo, y no es así”, manifestó el piloto de los Cerveceros, Pat Murphy. “Porque hoy lo vimos: tres lanzamientos, tres jonrones. Es como, ¿de verdad? Normalmente uno se despierta de eso, ¿sabes? Piensas, ‘Ah, eso no puede pasar’”.
Anthony Volpe disparó un jonrón de tres carreras en el segundo inning, y Judge conectó su noveno grand slam en las Mayores en el tercero, frente al novato zurdo Connor Thomas, quien hacía su debut en la Gran Carpa.
Jazz Chisholm Jr. también la sacó del parque en ese tercer capítulo. Los siete cuadrangulares de los Yankees en tres entradas marcaron un récord en las Grandes Ligas, según Sarah Langs.
“Una vez que tomamos la ventaja, ese fue el tema en el dugout: seguir teniendo buenos turnos al bate”, dijo Goldschmidt. “Nunca sabes lo que puede pasar”.
El tercer vuelacercas de Judge llegó en el cuarto episodio, un batazo de dos carreras ante Thomas. Sólo un Yankee ha pegado cuatro batazos de cuatro estaciones en un mismo juego: Lou Gehrig, el 3 de junio de 1932 en Filadelfia. Con dos oportunidades más hacia el final del juego, sus compañeros pensaron que Judge igualaría al mítico “Caballo de Hierro”.
“Uno ve el trabajo que [Judge] hace todos los días en los entrenamientos y durante la temporada, el tipo de compañero que es”, expresó Fried. “Por eso puede salir y tener ese tipo de actuación. Cada vez que entra a la caja de bateo, es una amenaza”.
Frente a Elvis Peguero en el sexto, Judge se conformó con un doble productor contra la cerca del jardín derecho. Su última oportunidad llegó en el octavo acto ante un jugador de posición, Jake Bauers, quien hizo que su excompañero elevara al jardín izquierdo con una curva lenta.
“Estaba bromeando con [Judge] cuando estaba en el círculo de espera, le señalé las costillas”, comentó Bauers. “Le tiré la mejor curva que tengo. Igual le dio bien, pero creo que le puso top spin, así que supe que no se iba”.
Judge es el cuarto Yankee con al menos tres juegos de tres o más jonrones, uniéndose a Gehrig (cuatro veces), Joe DiMaggio y Alex Rodríguez.
“Es un grupo especial”, elogió Judge. “Cada vez que te mencionan junto a esos nombres, por lo que han hecho en el juego y las carreras que han tenido, es algo muy especial. Nuestra historia aún no termina. Seguiré sumando a esas listas”.