En noviembre, Jeremiah Estrada era un lanzador reclamado de waivers. Ahora, el derecho está ponchando a todo bateador que se le pone enfrente.
En serio. A todos.
En la victoria de los Padres por 4-0 la noche del martes en Petco Park, Estrada abanicó a todos los bateadores de los Marlins que enfrentó. Ellos fueron su 11mo, 12do y 13er ponches consecutivos, estableciendo un récord que data por lo menos del inicio de la era de expansión.
“Es un poco difícil de creer”, declaró Estrada. “Todavía lo estoy asimilando. Simplemente siento que hice mi trabajo”.
Armado con una devastadora recta que supera las 95 millas por hora, junto con un ceñido slider y un cambio de dedos separados al que él llama “chitter”, Estrada ponchó a cinco Rojos de manera consecutiva para terminar su presentación el jueves. Luego abanicó a cinco Yankees más el domingo.
Con su segundo ponche el martes, el diestro superó al cerrador venezolano de los Filis, José Alvarado, por la mayor cantidad de ponches seguidos de parte de un lanzador desde por lo menos 1961. (Los datos de jugada por jugada no están completamente disponibles antes de 1961). Estrada finalizó la noche recetando su 13er ponche en fila.
“Es una recta élite”, destacó el piloto de los Padres, Mike Shildt. “Esta noche, lanzó algunos splitters bien venenosos. El comando de sus pitcheos secundarios, a la par con una recta especial en la zona – esa es la receta para conseguir 13 ponches seguidos”.
Estrada se encontraba en su propia cena de cumpleaños a principios de noviembre cuando recibió una llamada de su agente para avisarle que los Cachorros lo habían colocado en waivers (lista de jugadores transferibles). Su temporada del 2023 había sido desastrosa. Entre Triple-A y las Mayores, Estrada otorgó 38 bases por bolas en apenas 39.1 innings. Pocos días después, el derecho fue reclamado por los Padres.
“Sabíamos que el material estaba ahí”, dijo el coach de pitcheo Rubén Niebla. “Sólo era cuestión de qué tan consistente podría ser en la zona”.
¿Qué tal Ahora? Parece que Estrada vive de la zona de strike, con una proporción de ponches por cada base por bolas de 7-1 esta campaña. Todo lo que necesitó fue de un ajuste en su mecánica y una reinvención completa de sus dos pitcheos a baja velocidad. Nada del otro mundo.
Con su desempeño del martes, Estrada mejoró su efectividad a 0.55. El derecho ha ponchado a 18 de los últimos 21 bateadores que ha enfrentado. Todo esto con apenas 16.1 entradas de experiencia en la Gran Carpa previo a este año. Nada mal para el joven de 25 años originario de Palm Desert, California, quien ya ha asumido el rol de preparador de mesa del cerrador venezolano Robert Suárez en el bullpen de San Diego.