Los ataques militares estadounidenses contra tres instalaciones nucleares de Irán el fin de semana pasado no destruyeron los componentes centrales del programa nuclear del país y probablemente solo lo retrasaron algunos meses, según un análisis preliminar de la inteligencia estadounidense mencionado por cuatro personas con conocimiento de la situación.
El análisis, que no se había publicado previamente, fue elaborado por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, en inglés), el brazo de inteligencia del Pentágono. Se basa en una evaluación de daños en combate realizada por el Comando Central de EE.UU. tras los ataques, según una de las fuentes.
El informe de los daños a las instalaciones y el impacto de los ataques en las ambiciones nucleares de Irán está en curso y podría cambiar a medida que se disponga de más información. Sin embargo, las conclusiones preliminares contradicen las reiteradas afirmaciones del presidente Donald Trump de que los ataques “destruyeron total y completamente” las instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, también declaró el domingo que las ambiciones nucleares de Irán habían sido “destruidas”.
Dos de las personas familiarizadas con el análisis afirmaron que las reservas de uranio enriquecido de Irán no fueron destruidas. Una de ellas afirmó que las centrifugadoras están prácticamente “intactas”.
“Así que la evaluación (de la DIA) indica que Estados Unidos las retrasó unos meses, como máximo”, añadió esta fuente.