La comunicadora Ingrid Jorge Pérez, conocida como “La Torita”, admitió públicamente que no son reales los supuestos videos que aseguraba tener de la ministra de Interior y Policía, Faride Raful.
En un video difundido a través de sus redes sociales, expresó sentirse “muy arrepentida” por las acusaciones que hizo contra Raful, el procurador adjunto Iván Féliz y otras personalidades.
“La Torita” explicó que todo formó parte de un elaborado engaño supuestamente orquestado por Johana Madera, a quien consideraba su mejor amiga y que, según dijo, suplantó la identidad de al menos diez personas para manipularla.
“Soy incapaz de calumniar a cualquier persona. Cuando me equivoco, como hice recientemente, debo resarcirlo”, declaró Jorge visiblemente afectada en un video publicado en sus redes sociales.
Reconoció el daño causado, asumió la responsabilidad de sus palabras y anunció que eliminará de sus redes sociales todo el contenido relacionado con el caso.
La comunicadora relató que creyó tener la verdad cuando realizó las denuncias, convencida por la narrativa que le construyó Johana Madera, quien según afirma asumió identidades como un falso “Omar Fernández”, la abuela de Johana, una empleada de Carla Fitch y el supuesto doctor Stanley, para reforzar una historia donde Carla Fitch era la culpable y Johana, la víctima.
“No es hasta que contacto directamente al doctor que me doy cuenta de que cerca de diez personas con las que yo hablaba no existían, sino que eran la misma Johana”, explicó.
Asimismo, reveló que Madera le pagó cien mil pesos para documentar un supuesto allanamiento en la casa de Carla Fitch, donde, según le dijeron, se encontrarían drogas presuntamente relacionadas con Iván Féliz.
Jorge aseguró que más tarde descubrió que todo había sido fabricado.
También denunció que Johana utilizó a sus propias hijas para sostener el engaño. En una ocasión, una de ellas le dijo: “Tía Ingrid, dile a mamá que perdone a Omar”, haciendo referencia al supuesto Fernández. Además, le enviaron videos que mostraban maltrato infantil, atribuidos falsamente a Carla Fitch.
“Todo lo que dije de Iván es mentira. Yo soy una mujer responsable y mi deber como comunicadora es decir la verdad. Esos videos de Milagros no son reales, como tampoco lo eran los de Johana con Omar Fernández”, enfatizó.
Jorge confesó que ha estado sometida a mucha presión, chantajes y mentiras, creyendo que conversaba con múltiples personas que, en realidad, no existían o no sabían de su existencia.
“Hace poco, cuando decidí borrar cada una de las publicaciones que había hecho, fue por una razón. Una persona que yo defendía porque creía plenamente en su inocencia, resultó ser culpable, y más que culpable”, lamentó.
Este caso expone cómo la manipulación mediante suplantación de identidad puede llevar incluso a figuras públicas a difundir informaciones falsas.
Jorge concluyó su declaración expresando vergüenza y arrepentimiento por haber sido víctima de lo que considera una estrategia de manipulación emocional y digital.