Primero, un poco de perspectiva.
Cada uno de los últimos tres ganadores del banderín de la Liga Nacional en una temporada completa se encontraban con un récord por debajo de .500 en junio. Los Filis del 2022 empezaron el mes con registro de 22-29. Los Bravos del 2021 tenían 30-35 para el 16 del mes. Y hace cuatro años, los Nacionales del dominicano Juan José Soto visitaron el Petco Park con marca de 28-35.
¿La lección? Es posible recuperarse de una situación complicada y luego disputar la Serie Mundial.
Lo que nos lleva a los Padres del 2023. Estamos en junio y las cosas no han salido del todo bien por acá. El club ha estado claramente por debajo de las expectativas, particularmente a la ofensiva. San Diego empezó la jornada del miércoles con récord de 28-33, cinco juegos por debajo de .500.
Luego llegó una enfática victoria por 10-3 sobre Seattle en el Petco Park, que sirvió como recordatorio de lo son capaces los Padres.
Los Padres tienen un camino muy largo por delante – 100 juegos de temporada regular para ser exacto. Hace un año, el último Comodín de cada liga ganó 87 y 86, juegos respectivamente. Con 100 partidos por delante, San Diego podría necesitar ganar 60 encuentros o más para clasificar a la postemporada.
Si es por la evidencia de los últimos dos meses, parece una tarea difícil. Pero si tomamos en cuenta lo ocurrido recientemente, esas aspiraciones lucen bastante viables.
El miércoles, los Padres parecieron exhibir el talento necesario para conseguirlo. Empalmaron 17 hits. Soto logró una marca personal con su primer juego de cinco inatrapables. El dominicano Gary Sánchez dio su cuarto bambinazo desde que llegó a San Diego el 29 de mayo. Manny Machado, Jake Cronenworth y Matt Carpenter conectaron dos hits o más. En la lomita, Michael Wacha tiró seis entradas en blanco.
“Hay 100 juegos más; eso es mucho béisbol”, dijo el manager de los Padres, Bob Melvin. “Tenemos mucho tiempo para llegar a donde queremos. Tendremos más partidos como éste. Tenemos la capacidad, ofensiva y defensivamente, además del pitcheo, para conseguir una racha”.
Es tentador señalar el juego del miércoles como el que marcará la diferencia, pero los Padres han tenido este tipo de partidos antes y no han podido continuar el ritmo. Han pasado dos semanas desde que ganaron choques en forma consecutiva y más de un mes desde que hilaron su última seguidilla de tres lauros.
“Mira, es un gran lineup”, señaló Soto. “Sólo tenemos que mantener la confianza en alto. Intentar ir en cada turno y cada pitcheo”.
El hit más importante de todos fue el de Sánchez, un jonrón de tres carreras que terminó de abrir el partido. El dominicano llegó a San Diego luego de haber sido dejado libre por los Gigantes y los Mets en esta temporada. Ésta es su quinta organización en un período de dos años.
“Obviamente, he tenido mis altibajos”, expresó Sánchez. “Pero he mantenido mi cabeza en alto; nunca me he rendido. Realmente le doy crédito al trabajo duro que he hecho en mi intento por volver a ser quien soy”.
Los Padres pueden aprender una lección de esto. Ellos también han tenido sus altibajos en el 2023. Pero con 100 partidos por delante, el destino podría cambiar rápido. Además, no serían los primeros en hacerlo.