El dominicano Freddy Peralta ya era pieza clave en las aspiraciones de los Cerveceros de dejar atrás sus recientes desilusiones en postemporada y de jugar profundo en octubre. Ahora, con todo lo que sucede alrededor de la incierta rotación de abridores de Milwaukee, su importancia es aún mayor.
En su primera apertura desde que los Cerveceros perdieron a Brandon Woodruff por una lesión en el dorsal y decidieron mover al novato Jacob Misiorowski al bullpen --y también desde que aseguraron su tercer título consecutivo de la División Central de la Liga Nacional y un pase directo a la segunda ronda de los playoffs--, Peralta limitó a los Padres a dos carreras en cinco innings el lunes por la noche en la derrota de Milwaukee 5-4 en extrainnings en el primer juego de la serie en Petco Park, además de alcanzar la marca de 200 ponches por tercera temporada consecutiva.
Se convirtió en el tercer lanzador en la historia de la franquicia con al menos tres campañas de 200 o más ponches, uniéndose al mexicano Yovani Gallardo (cuatro seguidas de 2009 a 2012) y a su excompañero Corbin Burnes (tres seguidas de 2021 a 2023).
Peralta dejó el juego con ventaja de 3-2 tras permitir dos carreras con cuatro hits, un boleto y seis ponches, cerrando su labor con un susto cuando la estrella de los Padres, Manny Machado, conectó un elevado que se quedó en la franja de advertencia del jardín central para terminar el quinto episodio. En 32 aperturas, Peralta suma efectividad de 2.68 y 201 ponches en 174.2 entradas.
Es la opción obvia para abrir el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Nacional el 4 de octubre, sin importar el rival. Y llevar a Peralta a ese compromiso en buena forma es la máxima prioridad para los Cerveceros, que no contarán con Woodruff ni con el veterano zurdo colombiano José Quintana (distensión en la pantorrilla izquierda) por el resto de la temporada, y que han descartado usar a Misiorowski como abridor en la SDLN.
“Freddy ha pasado por esto y creo que estará bien”, dijo el mánager Pat Murphy al comenzar esta serie. “Perdimos a uno de los mejores lanzadores que tenemos, mira nuestro récord desde que [Woodruff] regresó, y ¿qué más se puede decir? Es decepcionante. Pero no tienes tiempo de pensarlo ni de sentir lástima por ti mismo. Hay que buscar soluciones”.
Los Cerveceros intentan encontrar la manera de navegar esta serie ante los Padres, sabiendo que podrían volver a enfrentarse con mucho más en juego en la SDLN. También buscan cerrar fuerte los últimos seis juegos de la temporada regular, conscientes de que el primer sembrado de la Liga Nacional y de todas las Grandes Ligas todavía está en disputa, al mismo tiempo que procuran mantener a sus jugadores descansados y listos para la postemporada.
“Tienes que encontrar el equilibrio”, dijo Murphy. “No puedes ser ridículo con cómo manejas las cosas, porque no estamos en modo desesperación, sino en modo de ‘ganar esta noche’, y eso es todo. Si estás corto de personal, si tienes lesionados o jugadores no disponibles, no importa. Todos los equipos pasan por eso.
“Este es nuestro recorrido hacia los 162 juegos. Estamos agradecidos, afortunados, bendecidos. Pero al mismo tiempo, hay que seguir con el pie en el acelerador”.