El portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo, Gabriel Hurst, enfatizó que la decisión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de levantar las sanciones contra el empresario dominicano Ángel Rondón, condenado en el caso Odebrecht, no debe ser interpretada como «prueba de su inocencia».
Se recuerda que el 21 de diciembre de 2017, la OFAC sancionó a Rondón como parte de su programa de sanciones global ‘Magnitsky’. Según la embajada, fue señalado por canalizar fondos de Odebrecht hacia funcionarios dominicanos, quienes luego adjudicaron proyectos de construcción de carreteras, presas y otras obras a la empresa brasileña.
“Como hemos expresado de manera consistente, los Estados Unidos siguen profundamente preocupados por la corrupción en la República Dominicana. Estamos dispuestos a apoyar al Gobierno de la República Dominicana en sus esfuerzos para combatir la corrupción y promover el Estado de Derecho”, expresa el comunicado.
Sobre Odebrecht, el Departamento de Justicia señala que el conglomerado mundial de construcción con sede en Brasil se declaró culpable de cargos de conspiración para violar las disposiciones contra el soborno de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y acordó una multa penal de 4,500 millones de dólares.