El papa Francisco afirmó que los escándalos financieros dañan el buen nombre de la Iglesia y pueden poner incluso en discusión la credibilidad de la fe, en su discurso al recibir a los miembros de la asociación “Papal Foundation”.
“Aunque no son comparables al inmenso daño causado por la incapacidad de proteger a los más vulnerables de las diversas formas de abuso, los escándalos financieros causados por la falta de vigilancia y transparencia dañan el buen nombre de la Iglesia y pueden poner en duda la credibilidad de la propia fe”, subrayó.
Francisco, en su intervención ante los miembros de este organismo estadounidense que recoge fondos para el papa, también afirmó que “el demonio es un especialista en luchar contra la unidad” y que eso provoca que a veces en la Iglesia “por la influencia de ideologías y movimientos que, aunque a veces tienen buenas intenciones, se termine fomentando partidos y camarillas”.
El pontífice aprovechó la ocasión para recordar que “en los últimos años la Santa Sede ha tomado medidas considerables para que los servicios prestados a la Iglesia universal y a la sociedad en general por sus diversos dicasterios, Instituciones y Oficinas se realicen con la adecuada transparencia “.
Y, por otra parte, agradeció a la Fundación por “el compromiso constante de mantener medidas adecuadas de transparencia, para que la financiación de becas y proyectos beneficie verdaderamente a quienes más lo necesitan”.