En un mensaje lleno de emoción y firmeza, el papa León XIV hizo este miércoles un llamado a los líderes del mundo para que abandonen el camino de la guerra y se abran al diálogo y la negociación.
Su intervención tuvo lugar durante un acto con motivo del Jubileo de las Iglesias orientales, celebrado en el aula Pablo VI del Vaticano ante miles de fieles procedentes de países marcados por los conflictos, como Siria, Ucrania, Líbano e Irak.
“El mundo anhela paz. Y a sus líderes les digo con todo el corazón: ¡Reunámonos, conversemos, negociemos!”, exclamó el pontífice. Con tono firme, recordó que “la guerra nunca es inevitable” y que “las armas no solucionan los problemas, sino que los agravan”.
León XIV, de nacionalidad estadounidense, reiteró que la Santa Sede está dispuesta a facilitar encuentros entre naciones en conflicto. “Estamos listos para que los enemigos se encuentren cara a cara, para devolver a los pueblos la esperanza y la dignidad de la paz”, expresó.
El llamado del Papa coincide con la víspera de una reunión clave entre Rusia y Ucrania en Turquía, considerada por muchos como una posible oportunidad para poner fin al conflicto armado iniciado en 2022 tras la invasión rusa.
En su intervención, el pontífice también advirtió sobre los discursos que presentan el mundo como una lucha entre buenos y malos. “Quien siembra la paz será recordado, no quien acumula víctimas. Los demás no son enemigos, sino personas; no son malvados a quienes odiar, sino seres humanos con quienes dialogar”, afirmó. Y añadió con contundencia: “La Iglesia no se cansará de repetir: que callen las armas”.
Durante el acto, León XIV también dirigió un mensaje especial a los cristianos de Oriente Medio, alentándolos a permanecer en sus tierras a pesar de la guerra, la exclusión y la persecución. “Es fundamental que los cristianos puedan quedarse en sus países de origen con todos los derechos necesarios para vivir con seguridad. ¡Luchemos por eso!”, expresó entre aplausos.
El Papa recordó que las Iglesias orientales han sido testigos directos del sufrimiento provocado por la violencia, al punto de que el papa Francisco llegó a llamarlas “Iglesias mártires”.
León XIV cerró su mensaje recordando las zonas más golpeadas por los conflictos: “Desde Tierra Santa hasta Ucrania, desde Líbano hasta Siria, desde Oriente Medio hasta Tigray y el Cáucaso… ¡cuánta destrucción! Y en medio de todo esto, tantas vidas jóvenes arrebatadas, tantas muertes que deberían escandalizarnos, porque nadie debería morir por una conquista militar”.
El pontífice concluyó con un llamado al perdón y la espiritualidad: “Recemos por esta paz, que significa reconciliación, perdón y el valor de empezar de nuevo”.