El gobierno de Estados Unidos amenazó con prohibirle la inscripción de estudiantes extranjeros a la Universidad de Harvard.
La amenaza llega después de que la institución educativa respondiera que no cedería ante las presiones del gobierno de Trump y tras verse golpeada con el congelamiento de miles de millones de dólares de fondos federales.
La Casa Blanca ha exigido que la universidad más antigua de Estados Unidos realice cambios en sus políticas de contratación y admisión, así como en sus prácticas de enseñanza para, según el gobierno, ayudar a combatir el antisemitismo en el campus.
La secretaría de Seguridad Nacional, Kristi Noem, solicitó a Harvard registros de actividades "ilegales y violentas" de personas con visados de estudiantes extranjeros.
Harvard ha dicho que ya tomó varias medidas para abordar el antisemitismo y que las demandas del gobierno son un intento por regular las "condiciones intelectuales" de la universidad.