¿Qué más se puede decir sobre la alineación de los Dodgers, que en el Juego 4 de su Serie de Campeonato de la Liga Nacional contra los Mets en Nueva York el jueves ni siquiera contó con Freddie Freeman?
Los azules conectaron 12 hits, incluyendo jonrones de Shohei Ohtani y Mookie Betts, y anotaron 10 carreras más para aplastar a los Metropolitanos por 10-2 y acercarse a una victoria de su primera Serie Mundial desde el 2020. Han producido total de 30 anotaciones en los cuatro choques, lo cual ha contado con un nuevo récord de Max Muncy y su racha de visitas al plato embasándose.
También se vio otra sólida apertura en el montículo, al menos para el estándar moderno, esta vez de Yoshinobu Yamamoto y sus 4.1 entradas de dos carreras, seguido por 4.2 ceros del bullpen. En total, el pitcheo de los Dodgers hizo que los Mets dejaran a 12 corredores en circulación, gracias a parte a un bateo de 10-0 con hombres en posición de anotar.
En otras palabras, el dominio de 30-9 en el marcador global en los primeros cuatro encuentros de esta serie al mejor de siete no ha sido por casualidad.
“Me encanta la forma en que nuestros muchachos no le han quitado el pie al acelerador”, comentó el manager de los Dodgers, Dave Roberts. “Ahora mismo, lo estoy disfrutando un poco, pero tenemos trabajo que hacer”.
Efectivamente, el viernes en el Juego 5, Los Ángeles tratará de eliminar a Nueva York en el Citi Field, con Jack Flaherty abriendo por los azules contra David Peterson de los locales. Según Roberts, hay “un sentido de urgencia”, para el próximo partido, ya que si los Mets ganan y obligan un sexto compromiso el domingo en Los Ángeles, dicho encuentro sería un “juego del bullpen” para los Dodgers, lo cual siempre es un peligro.
“(Flaherty) nos da nuestra mejor oportunidad de ganar (el viernes)”, afirmó Roberts. “Y tenemos nuestro grupo completo (de relevistas) detrás de él”.
Evan Phillips (34 pitcheos), Blake Treinen (23) y el venezolano Edgardo Henríquez (27) se encargaron de frenar los bates de los Mets después de Yamamoto el jueves. Los tres deben de estar disponibles el viernes, con un día libre el sábado. Más preparados estarían brazos como Michael Kopech, Anthony Banda, Ryan Brasier, Daniel Hudson y Brent Honeywell, que no tiraron en el Juego 4.
También el viernes, los Dodgers tratarán de igualar a los Azulejos de 1993 (Serie Mundial) y los Yankees de 1960 (también Serie Mundial) como los únicos equipos que han anotado ocho carreras o más en cuatro partidos de una serie de postemporada.
“Estoy agradecido de estar en este ambiente, de jugar en este ambiente de playoffs”, dijo Ohtani, quien por fin dio un imparable con las bases limpias en estos playoffs el jueves con su cuadrangular abriendo el encuentro. “Ha sido divertido experimentar la pasión de los fanáticos”.
Agregó Roberts: “Estoy emocionado de estar en esta posición. Sólo quiero mantener a nuestros muchachos con hambre y enfocados, y no dejar que (los Mets) vuelvan a competir en esta serie”.
Tras HR clave de Noel, Fry y Cleveland dejaron tendido a N.Y. en el Juego 3
Fue apropiado que que Rajai Davis estuviera en la sala de prensa, mirando hacia abajo con una vista privilegiada de un momento que era tan similar al que vivió hace ocho años en el Progressive Field.
Los niveles superiores del estadio temblaban. Las toallas volaban en el aire. Las bebidas seguramente se derramaron mientras los aficionados no podían evitar levantar las manos por encima de sus cabezas y saltar de alegría cuando Jhonkensy Noel entregó el mejor regalo que Cleveland podría haber pedido: un jonrón como emergente, que empató el juego, con dos outs en la parte baja de la novena entrada. Y, sin embargo, la diversión apenas comenzaba.
Después de que el dominicano le devolvió la vida a un equipo que había sido devastado en la parte alta de la octava entrada cuando su compatriota, el cerrador Emmanuel Clase, conocido por su eficacia, sorprendió al permitir jonrones consecutivos que hicieron que se les escapara la ventaja, David Fry envió un vuelacercas de dos carreras que terminó en las gradas del jardín izquierdo, lo que desató la locura en el Progressive Field. La victoria de los Guardianes por 7-5 sobre los Yankees en el Juego 3 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana aseguró que este equipo no tuviera que enfrentar a una posible eliminación el viernes.
“Fue un juego increíble de ambas partes. Todas las emociones, altibajos, idas y venidas, lo que sea. Si hay una emoción, todos la sentimos de ambos lados”, dijo el manager de los Guardianes, Stephen Vogt. “No podría estar más orgulloso de nuestros muchachos. Eso es exactamente quienes somos. Nunca nos rendimos. Nos dieron un fuerte golpe en la boca en el octavo, y nuestros muchachos respondieron de manera increíble por el que nos ha llevado todo el año”.
Cleveland sabía lo que estaba en juego. Si hubiera caído en un déficit de 3-0 en la serie al mejor de siete, las probabilidades habrían estado dramáticamente en su contra. Solo un equipo (los Medias Rojas del 2004) de los 40 que han enfrentado esa situación en una serie de siete juegos en la historia de la postemporada ha avanzado a la Serie Mundial. Ahora, los Guardianes siguen sin ser los favoritos, pero el impulso se ha inclinado al menos un poco a su favor.
“Cuando todos piensan que no podemos hacerlo, nosotros pensamos que sí podemos”, dijo Fry. “[Manzardo] tuvo un gran jonrón temprano. Todavía no sé cómo Jhonkensy le pegó un cuadrangular a ese muchacho. Fue un turno al bate increíble. Qué victoria”.
Ofensivamente, los Guardianes robaron bases, fabricaron carreras y acumularon más boletos que ponches. En cuanto a su pitcheo, obtuvieron su primera apertura de cinco innings de los playoffs, cortesía de Matthew Boyd. Esto finalmente permitió a Cleveland organizar el resto del juego para sus cuatro relevistas de lujo”: Cade Smith, Tim Herrin, Hunter Gaddis y Clase.
Es el guión que llevó a los Guardianes a un título de la Central de la Liga Americana y saben que tiene que ser el guión que los lleve a la Serie Mundial. Pero a veces, hay contratiempos en el camino, y Clase tuvo uno grande en el Juego 3, cediendo de manera poco característica jonrones consecutivos a Aaron Judge y Giancarlo Stanton en el octavo inning, lo que les costó la ventaja.
En todas las series de postemporada al mejor de siete juegos, los equipos que lideran 2-1 después de tres partidos han ganado la serie en 106 de 151 ocasiones (70%). Bajo el formato actual 2-3-2, los equipos que han ganado el Juego 3 en casa después de perder los dos primeros en la carretera han regresado para ganar 10 de 36 veces (28%).