El expresidente brasileño Jair Bolsonaro comenzó a cumplir este martes la condena a 27 años de prisión que le fue impuesta por intento de golpe de Estado en una pequeña sala de doce metros cuadrados de la sede de la Policía Federal en Brasilia.
Una sala que tiene como todo mobiliario una cama individual, una pequeña mesa, un televisor y unas estanterías de madera, con paredes pintadas de color blanco y sin ningún cuadro ni adorno, según unas imágenes que ha difundido la propia Policía Federal.
Al líder de la ultraderecha, quien estaba en prisión domiciliaria por incumplimiento de diversas medidas cautelares impuestas en el marco del proceso, se le transfirió a esa sala de la sede de la Policía Federal el pasado sábado, tras intentar dañar una tobillera electrónica que era parte de esas restricciones.
La decisión de la Corte Suprema contra Bolsonaro
Este martes, el juez Alexandre de Moraes, relator del juicio que cursó en la Primera Sala del Supremo, determinó el fin del proceso tras considerar que se han agotado las posibilidades de recursos.
En esa decisión, también estableció que el expresidente (2019-2022) empiece a cumplir la pena de 27 años y tres meses de prisión en esa misma sala y que se le garantice al reo la debida atención médica.
Bolsonaro, de 70 años, acarrea diversos problemas de salud y llegó a atribuir su intención de damnificar la tobillera electrónica con una soldadora casera a unos remedios antidepresivos que le habrían generado «unas alucinaciones».
El líder de la ultraderecha achaca su frágil estado de salud a las secuelas de una puñalada que le asestó un enfermo mental en la región abdominal en medio de la campaña electoral para las elecciones de 2018, en las que los brasileños lo eligieron como presidente.
Cuatro años después, en octubre de 2022, cuando aspiraba a la reelección, sufrió una derrota en las urnas por el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, y según estableció la Corte Suprema, urdió tras su derrota una conspiración con el objetivo de impedir la investidura de su sucesor y mantenerse en el poder.




