Blake Griffin ha anunciado su retirada a sus 35 años y después de 14 temporada como profesional. Después de un año sin jugar en la NBA, el ala-pívot ha decidido colgar las botas.
Fue número 1 del draft de 2009 y, tras perderse su campaña de debut por una rotura del ligamento cruzado anterior, debutó haciéndose con el premio al Rookie del Año 2010-11.
All-Star en seis ocasiones, Blake Griffin brilló en Los Angeles Clippers y durante su primera campaña con los Detroit Pistons hasta que las lesiones frenaron su carrera. La temporada 2022-23 jugó con los Boston Celtics un total de 41 partidos, promediando 4,1 puntos, 3,8 rebotes y 1,5 asistencias en algo menos de 14 minutos por noches, todos mínimos de su carrera.
Sin embargo, a lo largo de su trayectoria en la NBA promedió 19,0 puntos, 8,0 rebotes y 4,0 asistencias en 765 partidos de temporada regular.
La emotiva carta de despedida de Blake Griffin, traducida:
«Nunca me imaginé como el tipo de jugador que anunciaría su retirada con una «carta al baloncesto» y sigo sin ser ese tipo. Pero al reflexionar sobre mi carrera, el único sentimiento al que siempre volvía y lo único que quería expresar era agradecimiento.
Estoy agradecido por cada momento, no sólo por los buenos: las victorias, los premios, los mates y los momentos memorables pasados con la familia, los amigos, los aficionados, los compañeros de equipo y los entrenadores…. Podría seguir hablando de las personas de mi vida que han contribuido enormemente a mi carrera, pero en esta breve no-carta, tengo que dar las gracias a mis padres, Tommy y Gail, y a mi hermano, Taylor, por su apoyo incondicional y su orientación. Por último, a mi agente Sam Goldfeder, que ha sido una firme voz de la razón y mi ‘consigliere’ en tiempos de guerra: gracias.
Estoy igualmente agradecido por los momentos no tan buenos: las derrotas, las lesiones, las demasiadas operaciones, las lecciones, los desengaños, y no sería una carta de retirada deportiva sin reconocer a los que me odian. Todas estas experiencias hicieron que mis 14 años en la liga fueran realmente inolvidables, y no puedo evitar sentirme agradecido.
El baloncesto me ha dado mucho en esta vida, y no cambiaría nada. Por último, pero no por ello menos importante, llega la parte obligatoria de «estoy emocionado por mi próximo capítulo»: es broma, ya he terminado».