Ahora que Fred McGriff y Scott Rolen tienen sus placas en Cooperstown, es hora de echarles un vistazo a los exjugadores que podrían unírseles en el Salón de la Fama en los próximos años.
Un nombre claro a seguir para el 2024 es el de Adrián Beltré. El dominicano brilló en la tercera base durante una carrera de 21 años en Grandes Ligas. Entre los antesalistas en la historia de las Mayores, Beltré está primero en carreras empujadas con 1,707, segundo en dobles con 636 y tercero en jonrones con 477, entre otros notables números tradicionales que a la defensa incluyen cinco Guantes de Oro.
Y claro, es el tercera base con más hits en la historia, con 3,166.
En el sistema de JAWS de Baseball-Reference, que mide la calidad de los jugadores y su comparación con otros colegas de su misma posición, Beltré es el número cuatro de todos los tiempos con 71.1—por encima de figuras en el Salón como George Brett, Chipper Jones, Ron Santo, Brooks Robinson y Rolen. Y sólo es superado por Mike Schmidt, Eddie Mathews y Wade Boggs (también con placas en Cooperstown). Su WAR general de 93.5 (Baseball-Reference) lo coloca en el tercer puesto, sólo por debajo de Schmidt y Mathews.
En resumidas cuentas, no hay motivo por el que Beltré no deba ser elegido en el período 2023-24--su primera oportunidad en la boleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA)--después de sus hazañas en el terreno con los Dodgers, Marineros, Medias Rojas y Rangers. Será el quinto exjugador de su país exaltado.
El próximo año, Beltré podría estar acompañado por nombres como Billy Wagner y Todd Helton, que últimamente han ido acercándose al total de 75% de los votos necesarios para ingresar a Cooperstown.
¿Y el puertorriqueño Carlos Beltrán? El exjardinero tiene amplios números para ser elegido--incluso en su primer año en la boleta—que fue el mismo 2022-23. Recibió el 46.5% de los votos, perjudicado seguramente por su papel en el escándalo del robo de señas de los Astros del 2017.
OTROS QUE DEBUTARÁN EN LA BOLETA EN UN FUTURO CERCANO
Además de Beltré, debutarán en la boleta en el 2023-24 sus compatriotas José Bautista (344 HR, OPS de por vida de .836) y Bartolo Colón (247 victorias, la mayor cantidad para un lanzador nacido en América Latina). El mexicano Adrián González (317 HR, OPS de .843) y el venezolano Víctor Martínez (cinco Juegos de Estrellas, Bateador Designado del Año en el 2014) también dirán presente en la próxima papeleta.
Otro debutante será Joe Mauer, quien acumuló algunos buenos argumentos para el Salón como receptor de los Mellizos, con WAR de 55.2. Los otros son Matt Holliday, David Wright, Chase Utley, Jim Johnson, Brandon Phillips, el dominicano José Reyes, James Shields y Brad Ziegler.
Entre los nombres nuevos para la papeleta del 2024-25 está el del venezolano Félix Hernández. El sistema de JAWS no lo trata muy bien, ya que tiene una calificación de 38.5 en dicha escala, superado por una gran cantidad de serpentineros que jamás llegaron a estar ni cerca de ser electos al Salón. Su WAR general de 49.7 tampoco lo pone en la élite de los exaltados a Cooperstown. En ese sentido, los últimos tres años de una carrera de 15 campañas en MLB, todas con los Marineros, le hicieron bastante daño, ya que tuvo efectividad de 5.42 en 60 juegos (59 aperturas) en ese trecho. Sin embargo, su apogeo, del 2009 al 2015, fue bastante impresionante: Dos veces líder de su liga en promedio de carreras limpias, EFE general de 2.83, 104 victorias y 1,504 ponches en 230 aperturas, las cuales incluyeron un Premio Cy Young en el 2010 y un juego perfecto en el 2012.
Otros latinoamericanos que debutarán en el 2024-25 son el zurdo dominicano Francisco Liriano (dos veces con 200 K o más), el toletero cubano Kendrys Morales (siete campañas con 20 HR o más), el infielder quisqueyano Hanley Ramírez (título de bateo en el 2009 con los Marlins) y el cerrador dominicano Fernando Rodney (327 juegos salvados).
El PERÍODO 2027-28 SERÍA DEL DÚO DINÁMICO DE SAN LUIS
Para el 2027-28, estarán por vez primera dos de los jugadores que ayudaron a los Cardenales a ganar las Series Mundiales del 2006 y del 2011: Albert Pujols y Yadier Molina.
Los números del dominicano Pujols son abrumadores: Tres veces Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, autor de 703 cuadrangulares y 2,218 impulsadas, 11 Juegos de Estrellas y hasta dos Guantes de Oro—entre otros tantos logros y premios.
Pujols acumuló WAR de 101.7 y en JAWS tuvo 81.7, sólo superado en esos sentidos entre los inicialistas por nada más y nada menos que el Caballo de Hierro, Lou Gehrig.
De su parte, Molina es un caso curioso, ya que en JAWS ocupa apenas el lugar número 22 entre los receptores con 28.7, por detrás de nombres como Gene Tenace, Buster Posey, el también boricua Jorge Posada y Jason Kendall. Su WAR general de 42.3 lo coloca en una posición buena, pero no espectacular.
No obstante, Molina es el receptor con la segunda mayor cantidad de juegos iniciados detrás del plato, segundo en WAR defensivo y segundo en victorias de su equipo en que él estuvo en la receptoría. Atrapó al 40.3% de los corredores en intentos de robo, líder entre los caretas activos cuando se retiró tras la temporada del 2022. Y su fama de buen tirador hizo que los corredores fueran bien tímidos a la hora de hasta ponderar salir al robo.
Además, Molina es uno de apenas ocho cátchers con al menos 2,000 hits y 1,000 empujadas, estando los primeros siete en el Salón de la Fama ya.
LES SEGUIRÁ LOS PASOS MIGUEL CABRERA
Ya sabemos que el venezolano Miguel Cabrera se retirará al final de esta campaña. Y ya sabemos que el toletero de los Tigres será elegido al Salón en su primera oportunidad en la boleta, el 2028-29.
Basta con decir que Cabrera pertenece al club de los 500 jonrones, 3,000 hits y 600 dobles, un grupo sólo integrado por Hank Aaron, Barry Bonds, el dominicano David Ortiz y su compatriota Pujols. Y sólo Cabrera, Bonds y Willie Mays han registrado al menos 500 vuelacercas, 600 dobles y promedio de por vida de .300 o más (presumiendo que se mantenga por encima de dicha marca de average).
Que el maracayero vaya preparando su discurso desde ahora, para así convertirse en el segundo venezolano con placa en Cooperstown (Luis Aparicio, 1984)