El Barça disfruta de cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid, con ocho jornadas por disputarse y un Clásico a jugar en Montjuïc que se aventura determinante en la suerte de LaLiga. El Atlético, que descontó dos puntos en Sevilla, no es visto (aún) como una amenaza latente para el líder, que mantiene el credo de Hansi Flick ("pensar solo en el siguiente partido") pero no es ajeno a que el atrevido entorno azulgrana hace cábalas respecto a su celebración.
"El Barça tiene que ser muy superior para ganar; pocas veces lo puede hacer con una clasificación muy ajustada" se afirma, en una sentencia que suele ser cierta. Sin ir más lejos el último título liguero, en 2023, se celebró con cuatro jornadas aún por disputarse, tal como ocurrió en 2018 y siendo con cuatro de antelación en 2019...
No tantas veces lo logró el equipo azulgrana en la última fecha, como en 2016 o 2010... Pero en la historia del club pocos títulos ligueros son tan celebrados como los que se consiguieron en 1974 y 1985, ambos con jornadas varias de antelación y por romper sequías hoy impensables.
El 24 de marzo se conmemoraron los 40 años del trofeo conquistado en Valladolid, cuatro fechas antes de acabar el torneo y personalizado en aquel penalti legendario atajado por el malogrado Urruti que acabó con once años sin celebrar el título...
Un título del que se cumplen el 7 de abril 51 años y que siempre, anualmente, merece ocupar un espacio en el pensamiento barcelonista. Aquel siete de abril de 1974, en Gijón, venció el Barça por 2-4 y se proclamó campeón con cinco jornadas de antelación para de un torneo que no se había ganado desde 1960...
Ahora son solamente dos los años transcurridos desde que bajo la dirección de Xavi Hernández el Barcelona conquistó su última Liga. Y tiene la esperanza, lógica a la vista de la clasificación, de lograrlo a las órdenes de Hansi Flick, que se convertiría en el primer entrenador alemán de la historia del club en ganar el campeonato.
EL PLAZO
Cuatro son los puntos con que el Barça aventaja ahora al Real Madrid y suponiendo que ambos equipos ganen las siguientes cuatro jornadas (Leganés, Celta, Mallorca y Valladolid el líder; Alavés, Athletic, Getafe y Celta el perseguidor) se plantarán en el Clásico Liguero (quince días después de la final de Copa) con mucho a decir.
Una victoria del Barça ampliaría a siete puntos la ventaja con tres jornadas por disputarse y otorgándole al equipo de Flick la posibilidad de proclamarse campeón en su visita al Espanyol, precisamente en el mismo estadio donde celebró su último campeonato en 2023.
En caso de empatar el Clásico y mantenerse los cuatro puntos, el título podría ser azulgrana en la penúltima jornada, cuando reciba en Montjuïc al Villarreal, aunque una derrota del Barça lo dejaría todo abierto, probablemente hasta la última fecha, cuando el Madrid visite al Sevilla y el Barça al Athletic.