Con la caída de cinco aviones comerciales en un mismo día a finales de 2024, el pánico se apoderó de áreas tan estratégicas como las líneas aéreas internacionales, los operadores de turismo a nivel global y fabricantes de aeronaves.
Los cinco accidentes aéreos arrojaron cientos de muertes y heridos en varios países, enlutando a miles de familias que se preparaban para recibir el nuevo año.
Estos inesperados accidentes, ocurridos el domingo 29 de diciembre, provocaron la caída de las bolsas de valores en los países a que pertenecen las aerolíneas afectadas, creando nerviosismo al sector turismo en casi todo el mundo.
Muchos fueron los pasajeros que, teniendo sus reservaciones para viajar a diferentes países para celebrar junto a sus familiares las fiestas de fin de año, optaron por aplazar sus viajes a la espera de saber qué estaba ocurriendo.
Todo giraba en torno a una sola pregunta: ¿Qué está pasando con las aeronaves que surcan los cielos del mundo? ¿Terrorismo o fallas mecánicas coincidentes?
Los primeros reportes indican que fueron variadas las causas que provocaron el desplome de los aviones.
Lo extraño es que ocurrieran todos en un solo día, como si se tratara de algo planificado, al estilo los ataques terroristas perpetrados en los Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001.
Se activaron las alarmas de todos los organismos de investigación, inclusive donde no hubo accidente aéreo reportado.
El último en desplomarse fue un avión de pasajeros ligero que se precipitó en el mar luego de despegar de uno de los aeropuertos de los Emiratos Árabes Unidos.
En este solo se reportaron dos muertos, el piloto y el copiloto de la aeronave. Pasajeros y tripulación a bordo fueron rescatados con vida por los organismos de salvamento.
En Corea del Sur, un Boeing 737-800 se accidentó al momento del aterrizaje, causando la muerte de 179 personas.
Los informes preliminares indican que aves migrantes que volaban sobre el aeropuerto se estrellaron contra las turbinas del avión de JeJu Airlines.
Ese mismo día, un avión de Air Canadá se incendió al aterrizar en el aeropuerto de Halifax horas después del accidente ocurrido en Corea del Sur. Pasajeros y tripulantes lograron abandonar la nave algunos con rasguños leves.
En Noruega, otro Boeing 737 de KLM con 177 pasajeros tuvo un fallo hidráulico al despegar. Afortunadamente, no hubo víctimas que lamentar.
En México, un avión de Viva Aerobús, cubriendo la ruta Cancún - Ciudad Juárez sufrió una despresurización de la cabina, lo que motivó un aterrizaje de emergencia y pánico en todos los que estaban a bordo.
Los cinco accidentes aéreos reportados están bajo investigación de las autoridades pertinentes de los países donde se produjeron.
Los estándares de mantenimiento y capacitación del personal a bordo y técnicos nunca han bajado, ni mucho menos las medidas de control, revisión de equipos, maletas y chequeo de los pasajeros antes de estos abordar una aeronave.
Estos procedimientos registran mejoría cada día y se establecen nuevos códigos y protocolos, para asegurar la operatividad de la exigente industria de la aviación.
Las condiciones climáticas adversas, como neblina espesa, fuertes tormentas eléctricas o de nieve y turbulencias, pueden provocar situaciones de emergencia a cualquier aeronave que la podrían poner en riesgo, sin importar los años que tenga en uso.
En ninguno de los aviones siniestrados, de acuerdo a los investigadores de cada caso, no se ha podido asegurar que hubo manos criminales o actos terroristas.
Con todo lo ocurrido, los viajes aéreos siguen siendo el medio de transporte más seguro del mundo.
Sin embargo, lo que sí se ha tipificado como actos terroristas fue la matanza ocurrida en Nueva Orleans cuando un hombre portando la bandera de la organización terrorista ISIS embistió una multitud que celebraban las fiestas de nuevo año matando unas 15 personas. El atacante murió en un tiroteo con la policía.
Igualmente, la explosión de un auto Cybertruck Tesla el primero de enero frente al edificio del “Hotel Internacional Trump” en Las Vegas, un edificio de la organización Trump regenteada por los hijos del presidente electo Donald Trump fue tipificado como otro acto terrorista.
Por este hecho, se acusó a Matthew Alan Livelsberger, un soldado de las fuerzas especiales estadounidenses asignado al 10° Grupo de Fuerzas Especiales, quien según investigadores del Buro Federal de Investigaciones (FBI), se suicidó dentro del vehículo justo al momento de la detonación.
Un tercer hecho de sangre aún no aclarado por el FBI fue el ataque con armas de fuego que perpetraron tres hombres contra una multitud de 80 personas que esperaban entrar a una discoteca en Queens, Nueva York, el pasado miércoles.
Aunque la policía neoyorkina rechaza que fuera un acto terrorista, no se explica el porqué se produjo el ataque, ya que los autores emprendieron la huida tan pronto cometieron el hecho y no han sido apresados.
Hemos dicho en otras entregas que antes que se produzca la juramentación del presidente electo Donald Trump como 47avo. Presidente de los EE.UU. y JD Vance como vicepresidente, muchas cosas raras podrían suceder, como forma de boicotear su llegada a la Casa Blanca.