Carlos Alcaraz logró imponerse en su debut en el torneo de Tokio, de categoría 500 y que se disputa sobre cancha dura, a Sebastián Baéz por 6-4 y 6-2 en un duelo con un accidentado primer set, en el que debió ser atendido en su tobillo izquierdo por una torcedura y que estuvo suspendido por espacio de unos 25 minutos por la lluvia.
Comenzó su primera experiencia en tierras japonesas rompiendo el saque de su rival y dominando en los primeros puntos con el suyo. Inmediatamente el argentino devolvió el break y en unos pocos puntos disputados saltaron las alarmas.
En mitad de un intercambio de fondo de cancha, el líder del ranking mundial entre los caballeros corrió a una pelota y se quedó tendido en el suelo con evidentes gestos de dolor. Se pensó en una lesión de tendón o de gemelo en la pierna izquierda. Sin embargo, todo quedó en una torcedura de tobillo que no le impidió seguir tras ser vendado por el trainer de turno.
Con el regreso a la acción y un Alcaraz encaminando a su favor el primer set hizo acto de presencia la lluvia. Fue un parate ligeramente corto (no superó la media hora) en el que se lo pudo ver hablando con su equipo y explicándoles que el tobillo le dolía por momentos. Después, ya de nuevo en acción, no perdonó y terminó por cerrar el primer parcial por 6-4.
La segunda manga la comenzó el murciano como el partido, poniéndose por delante y ofreciendo su habitual repertorio de winners. Consolidada la ventaja en el segundo y el nacido en Buenos Aires experimentando buenos peloteos, cerró con un 6-2 su debut en una hora y veintiún minutos, pese a las molestias. Su récord en 2025 es de 63-7 (90%).
Ahora tendrá un día para descansar, ya que su siguiente enfrentamiento está previsto para el sábado. Su rival en esa cita será Zizou Bergs que le ganó a Alejandro Tabilo por 1-6, 7-6 (2) y 7-6 (4).