El presidente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, ingeniero Eleuterio Martínez, advirtió que hay manos ocultas en casi la totalidad de los aproximadamente 591 incendios que han ocurrido en lo que va del año 2023, los cuales han quemado unas 74,000 tareas de bosques.
Entrevistado en el programa Esferas de Poder, calificó como delicada la situación generada por los incendios en la zona de Valle Nuevo, Constanza.
“Los incendios espontáneos no ocurren, no aparecen, el 95 %, por poner un número, yo diría el 96 %, 97 % se deben a la mano humana, sabes porqué, porque para que un fuego aparezca de forma natural, tiene que ser por un rayo que caída en una planta que sea pirófita, que se enciende rápida y fácilmente”, significó.
El destacado ambientalista sostuvo que no recuerda la última vez que un rayo haya provocado un incendio en la Cordillera Central, por las pocas veces que puede darse el caso.
“La mayor parte de los incendios ocurren porque los campesinos comienzan a preparar la tierra en la época de sequía antes de que llegue la lluvia”, agregó.
Martínez indicó que eso significa que en los meses de enero y febrero son relativamente secos por el invierno y en marzo se espera la llegada de las lluvias por la entrada de la primavera.
El defensor del medio ambiente insistió en que los incendios no son espontáneos, porque son provocados quizás de manera no intencional, pero son fruto de inobservancias.
Manifestó que durante un recorrido realizado observó los estragos ocasionados por los fuegos forestales en la Cordillera Central, y dijo que desde enero a la fecha es que se han dado la mayor cantidad de incendios de comienzos de este siglo.
“Se habla que hemos tenido alrededor de 591 incendios en lo que va de año, si en tres meses tienes 500 y tantos incendios, sabes lo que significa eso, y cada árbol que se quema en la alta montaña es una planta productora de agua que estás eliminando”, acotó.
Especificó que el pino condensa más agua que un árbol de hoja ancha.
“Acabamos de pasar por una temporada de incendios muy fuerte, muy fuerte, una de las más fuertes que se han dado en los últimos 50 años, es decir, los últimos diez años del siglo pasado y los 20 y tantos años que ya van de este siglo, ha sido una sequía rampante la que hemos vivido en República Dominicana”, enfatizó.
Citó que el río Mao, uno de los de mayor estabilidad en su cauce por la buena cobertura en su cabecera, pero sostuvo que ha sufrido una considerable cantidad de incendios en la cuenca de captación.
“Los bosques son como alfombras verdes que están tendidas en el lomo en la montaña, cuando se le pega fuego o cuando comienza a arder una zona pinera, las llamas convierten en cenizas a todo el verde que puedes ver, y uno de los ríos que ha sufrido consecuencias ha sido el río Mao”, subrayó.
“No es cualquier cosa, ardieron 74,000 tareas entre Valle Nuevo Padre Las Casas, Valle Nuevo-Las Cuevas, Valle-Nuevo-Guayabal, esa fue la parte que ardió”, adujo.
Indicó que el primer gran incendio ocurrió en el 1983, cuando se quemaron 55,000 tareas en tres días, fundamentalmente en la cuenca del río Nizao, lo cual causó una alarma nacional.
El otro gran incendio ocurrió en el 2005, hacia la Cordillera Central, llegando hasta el pico Duarte. Los incendios comenzaron en el área de San Juan de la Maguana, en el Parque Nacional José del Carmen Ramírez, ascendiendo hasta cubrir el río Mijo, llegando al río Blanco, hasta llegar a la falta del pico Duarte.
Asimismo, en el 2014 ocurrió otro en Valle Nuevo, afectando 94,000 tareas.
Las presas están en estado crítico y la mayoría de los ríos están secos
El presidente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, ingeniero Eleuterio Martínez, consideró que la gran sequía que afecta al país tiene en una situación delicada a los ríos y las principales presas que abastecen de aguas a la población.
“Ahora mismo la situación delicada que tenemos en los ríos se debe, primero a la gran sequía”, dijo tras observar que la falta de agua proyecta que “los ríos ahora están exhaustos”.
Afirmó que la presa de Monción, que aprovecha las aguas del río Mao, es una de las que está más seca y donde el panorama presenta la parte que está sin agua en el último nivel.
“La presa de Tavera también está exhausta, imagínate, los sedimentos que van entrando a la presa cuando viene el río Yaque del Norte de Jarabacoa, los sedimentos que se van depositando, vez a la presa de Tavera casi seca”, agregó.
Asimismo, dijo que la que le queda al lado como parte del complejo, que es la Bao y luego el de López-Angostura son tres grandes lagos prácticamente secos.
“Todo eso se debe a la gran sequía que hemos tenido a lo largo del año”, apuntó el ambientalista.
Advirtió que la presa que más ha sufrido de todas es la de Sabana Yegua, en Azua, por el gran incendio que acaba de ocurrir en Valle Nuevo Constanza.
Expuso que la cuenca de Sabana Yegua va por el río Grande, que sale de Constanza, luego los ríos Guayabal y Las Cuevas, que baja a Padre Las Casas, todos afectados por el incendio.
Comentó que los ríos del Cibao son los que están en estado más crítico, según lo comprobó en un recorrido realizado el viernes por la vertiente norte de la Cordillera Central.
“Los ríos que siempre van con agua son los que están en la vertiente norte de la Cordillera Central, porque los vientos.
Martínez manifestó que el parámetro para establecer lo drástica que ha sido la sequía son los ríos, porque cuando no hay lluvias en la cabecera de estas cuencas hidrográficas, los manantiales comienzan a menguar.