Santo Domingo Este. – En medio de un déficit crítico de aulas y con cientos de niños sin cupo escolar, la Escuela Básica Santiago Hirujo Sosa (espejo), en Cancino Adentro, se mantiene como un símbolo del abandono institucional. Iniciada en 2012 con la promesa de aportar 24 aulas para más de 600 estudiantes en tanda extendida, su construcción ha sobrevivido a tres períodos presidenciales, dos mandatarios, varios ministros de Educación y contratistas, pero no a la indiferencia oficial.
La estructura, diseñada para el Distrito Escolar 10-03, luce pintado de blanco, pero vencido por el lodo y la maleza. Sin ventanas, puertas ni mobiliario, cada día se aleja más de su propósito original: abrir oportunidades y cerrar brechas educativas.
Dauri Adames Díaz, presidente de la Sociedad de Padres y Amigos de la Escuela, deploró la situación y cuestionó la falta de voluntad para concluir la obra. “Es inaceptable que, después de más de diez años, nuestros hijos sigan sin un espacio digno para aprender. Esta construcción abandonada es una herida abierta para toda la comunidad”, expresó.
Dijo que el plantel se encuentra en la calle Antonio Guzmán del referido sector, en la calle que comunica con el sector El Tamarindo la cual dijo está deteriorada y prácticamente intransitable, sumidas en la oscuridad. “Esto provocará que muchos estudiantes queden fuera de las aulas, privándolos del pan de la enseñanza y perpetuando la brecha educativa en la zona”, lamentó Adames Díaz.
Mientras tanto, los estudiantes deben recorrer largas distancias para asistir a escuelas ya saturadas o quedarse en casa por falta de cupo. La directora del centro principal, Carmen del Villar, advirtió que las aulas superan los 50 alumnos por curso y que faltan maestros en áreas clave como Inicial, Educación Física, Idiomas y primer ciclo, además de personal de limpieza.
La maestra expuso que, pese a que ese centro educativo fue el primero en ganar un concurso para optar por la tanda extendida dentro del plan de Revolución Educativa de la pasada administración gubernamental, esto no se ha podido concretizar por que no se ha concluido la obra de la escuela espejo, la cual reiteró su construcción se desarrolla a paso de hormiga.
Se recuerda que, en el año 2022, tras el desalojo de ocupantes ilegales por la Dirección General de Migración (DGM), las autoridades prometieron retomar los trabajos. Incluso, el director de la CAASD, Felipe Suberví, aseguró que en diciembre de ese año se reanudaría la obra “para concluirla a la mayor brevedad”. Sin embargo, la promesa quedó en el aire, como otras obras prometidas en aquella ocasión.
Hoy, la comunidad de Cancino Adentro exige la intervención inmediata del Ministerio de Educación para terminar la construcción, asignar el nombre oficial y abrir las puertas de la escuela. “Lo que tenemos no es un plantel, es un monumento a las promesas incumplidas”, sentencian sus vecinos.