Los fieles aficionados de Cleveland corearon "¡José, José, José, José!" en el tercer capítulo del encuentro del lunes entre los Guardianes y Yankees, dándole la bienvenida al dominicano José Ramírez mientras se acomodaba en la caja de bateo para su segundo turno. Dos pitcheos después, el tercera base del club de Cleveland les agradeció de la misma manera.
Ramírez disparó un jonrón de tres carreras ante el abridor de los Yankees, Clarke Schmidt, encendiendo la ofensiva de Cleveland en la victoria por 6-4 sobre Nueva York en el Progressive Field. Fue una gran noche en el plato para J-Ram, quien se fue de 5-2 con cuatro impulsadas y dejó su huella en el libro de récords de la franquicia.
Con ese vuelacercas, Ramírez ahora ocupa el segundo lugar en la historia de la franquicia en extrabases con 668. Llegó a la jornada empatado con el miembro del Salón de la Fama, Tris Speaker, y ahora sólo es superado por Earl Averill (724).
El lunes también marcó el 34to juego de Ramírez con al menos cuatro empujadas, ubicándolo en el cuarto lugar en la historia del club. Sólo Averill (41), Hal Trosky (37) y el quisqueyano Manny Ramírez (35) tienen más.
“Muy contento”, exclamó Ramírez. “Muy contento con eso y gracias a Dios por mantenerme saludable para poder lograrlo. Por ahora, espero seguir sano y ver hasta dónde puedo llegar”.
Con bastante temporada por delante, no sería descabellado pensar que Ramírez pueda convertirse en el líder histórico de extrabases de Cleveland en 2025. Desde 2016 (su primera temporada completa en Grandes Ligas) hasta 2024, promedió 69 extrabases por año.
Este año ya suma nueve (cuatro dobles y cinco jonrones), por lo que está a 56 del récord de Averill.
“Eso demuestra que eres un jugador increíblemente talentoso que ha jugado por mucho tiempo”, comentó el manager Stephen Vogt. “Eso es lo que reflejan estos logros. Es difícil ser grandioso, y más aún serlo de forma constante, año tras año.
“Y con Hosey, cada vez que me dicen, ‘Empató esto’, es como, ‘Claro que sí’. Ya no hay forma de describirlo, y Hosey siempre aparece cuando lo necesitamos”.
Ramírez conectó su cuadrangular ante un ‘sweeper’ de 87.2 mph de Schmidt, abajo y adentro, que viajó una distancia proyectada por Statcast de 390 pies. La afición del Progressive Field aún celebraba cuando Kyle Manzardo se paró en el plato y conectó un jonrón en solitario en el primer pitcheo que vio de Schmidt, logrando jonrones consecutivos.
Manzardo explicó que se enfocó en el centro del plato, asumiendo que Schmidt buscaría la zona de strike tras el batazo de Ramírez. El derecho le ofreció un sinker de 93.4 mph, y Manzardo lo envió a 366 pies, apenas suficiente para superar la barda del jardín derecho.
Manzardo ha conectado jonrones en tres juegos consecutivos, una racha que incluyó un batazo al río Allegheny el sábado. Es la primera vez que lo logra en las Mayores y ya suma siete cuadrangulares esta temporada, liderando a los Guardianes.
“Siento que usualmente vienen en rachas”, dijo Manzardo. “Así que trato de aprovechar cuando veo bien la bola y me siento cómodo”.
Los batazos de Ramírez y Manzardo respaldaron a Gavin Williams, quien tuvo su mejor apertura del año. En 6.1 innings, permitió dos carreras, siete hits y dos boletos, además de ponchar a ocho (su mayor cifra de la temporada). El bullpen de los Guardianes estaba corto de brazos el lunes, por lo que la profundidad del trabajo de Williams fue clave.
“Fue una apertura lanzada de forma impecable por Gavin”, expresó Vogt. “Habíamos estado esperando una así”.
Williams también mostró solidez en su salida anterior en Baltimore el miércoles, donde lanzó 6.2 episodios y permitió cinco carreras. Pero tuvo que batallar al inicio, con dos boletos en el segundo inning antes de permitir un grand slam a Jackson Holliday.
El lunes lanzó 26 pitcheos en el primer episodio, pero evitó el daño pese a otorgar un par de boletos. Logró 21 swings en blanco, la mayor cantidad de su carrera, incluyendo seis con su curva.
Una novedad en su repertorio fue el uso del cutter, un pitcheo que lanzó 164 veces la temporada pasada, pero que no había usado en sus primeras cuatro aperturas de 2024. Lo utilizó en cinco ocasiones ante los Yankees.
“Tener cuatro pitcheos en vez de tres ayuda muchísimo”, destacó Williams. “Poder lanzarlo hacia afuera contra zurdos e incluso adentro contra derechos abre todo el repertorio”.