Mientras el piloto mexicano de Red Bull, Sergio «Checo» Pérez, corría el Gran Premio de su país ante la presencia de 155.000 aficionados en el Autodromo Hermanos Rodríguez, surgió otra raya más respecto a su continuidad en la escudería austriaca siete veces campeona del mundial de pilotos de la Fórmula Uno.
Fue una carrera crítica para Pérez, que está en mala racha (dijo repetidamente durante todo el fin de semana que es su evento favorito del año) y sabe que su trabajo está en peligro debido a su falta de rendimiento.
Lamentablemente, Pérez no pudo cumplir con las expectativas de sus seguidores ni con las de Red Bull Racing. Tras terminar en el puesto 17 el domingo, el director del equipo, Christian Horner, no garantizó que Pérez terminará la temporada.