El duelo monticular tan esperado entre Yu Darvish y Yoshinobu Yamamoto del viernes, el primer partido de postemporada en la historia de Grandes Ligas iniciado por lanzadores japoneses de ambos lados, no decepcionó para nada.
Entre Darvish y Yamamoto, se combinaron para tirar 11.2 entradas de dos carreras. Al fin y al cabo, en el decisivo Juego 5 de la Serie Divisional de la Liga Nacional entre los Padres y los Dodgers, Los Ángeles salió airoso con Yamamoto lanzando 5.0 ceros de dos hits, dos ponches y una base por bolas para adjudicarse la victoria. Del lado de San Diego, Darvish volvió a brillar en esta serie, con 6.2 episodios de apenas tres imparables, cuatro ponches y un solo pasaporte. Claro, dos de esos hits fueron jonrones del puertorriqueño Enrique “Kike” Hernández y del dominicano Teóscar Hernández, batazos que marcaron la diferencia a favor de unos Dodgers que se medirán ahora con los Mets en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
“Creí que Yu estuvo magnífico una vez más”, dijo el dirigente de los Padres, Mike Shildt. “Los mantuvo fuera de balance. Un par de swings le llegaron. Pero aparte de eso, se vio muy bien”.
En total, Darvish tuvo marca de 1-1 con efectividad de 1.98 en sus dos aperturas de esta serie, permitiendo apenas tres anotaciones en 13.2 innings.
De su parte, Yamamoto venía de una complicada salida el sábado pasado en el Juego 1, en el que concedió cinco carreras en apenas 3.0 entradas. Pero el viernes, con su velocidad y su demás material bien afinados, el novato de Grandes Ligas dominó por completo a los Padres, contribuyendo a 24 innings seguidos del pitcheo de los Dodgers blanqueando a San Diego desde el Juego 3 para llevarse los últimos dos encuentros de la serie.
"En mi primera salida, no hice bien mi trabajo", dijo Yoshinobu. "Entonces, traté de prepararme para este juego, descansando".
Lo que sea que haya hecho, se vieron los buenos resultados.
“Él puso el tono”, dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts. “Yo creía en él y sabía que iba a dar la cara en esta ocasión”.
Aunque tiene apenas 25 años, Yamamoto -- firmado por 12 temporadas y US$325 millones durante el invierno pasado -- ya es un veterano de juegos cruciales en Series de Japón en su país. Ese aplomo se vio claramente el viernes, cuando borró por completo su mala apertura en el Juego 1.
“Yo sabía que él no le iba a huir a esta situación”, expresó Roberts. “Anticipo con gusto contar con él hasta la Serie Mundial”.