Los discursos fueron breves, y por una buena razón. Nadie en el clubhouse quería retrasar la celebración ni un momento más.
Una vez que el manager Aaron Boone cerró sus comentarios posteriores al juego con las palabras “a celebrarlo”, el clubhouse del Yankee Stadium se transformó en el club nocturno más animado del Bronx, donde docenas de botellas fueron descorchadas y rociadas con alegría.
Los Yankees se ganaron el derecho a festejar la noche del jueves como campeones de la División Este de la Liga Americana, y su victoria por 10-1 sobre los Orioles representó un paso importante en su objetivo de ganar la 28va Serie Mundial de la franquicia.
“Hay que celebrar cosas como esta”, dijo el capitán Aaron Judge, entrecerrando los ojos a través de una lluvia de champán. “Se necesita mucho trabajo duro para venir aquí y ganar una división. Vamos a celebrar esta noche y luego a pensar en octubre”.
Giancarlo Stanton conectó un jonrón y produjo cuatro carreras para apoyar una gran labor de Gerrit Cole, ayudando a los Bombarderos a asegurar su segundo título de división en tres años. Este es el 21er título divisional en la historia de la franquicia.
Judge también conectó su cuadrangular número 58, la mayor cantidad en las Grandes Ligas, mientras los Yankees aseguraban su pase directo a la Serie Divisional de la Liga Americana, donde tendrán la ventaja de localía. El club se está preparando para participar en su 59na postemporada, la mayor cantidad en la historia de las Grandes Ligas.
“Es increíble ser parte de esto”, comentó Stanton. “Ha sido un año largo de altibajos. Estamos en una buena posición, pero hay mucho trabajo por hacer”.
Cole lanzó 6.2 innings en blanco y permitió solo dos hits en su última prueba antes de los playoffs, respaldado por Stanton, quien conectó un jonrón solitario en el segundo inning frente a Corbin Burnes y limpió las bases con un doble de tres carreras en la sexta frente al cubano Cionel Pérez.
“Fue una noche especial”, reconoció Cole. “Esto es lo que quieres como jugador. La división está ahí, al alcance. Tienes que salir y conseguirlo”.
De alguna manera, Boone dijo que consideraba apropiado que las victorias de Baltimore en los primeros dos juegos de esta serie obligaran a los Yankees a mantener su celebración en espera, ya que poco ha sido fácil para su novena esta temporada.
“Siento que hemos pasado por mucho como equipo ya este año, así que me gustaría pensar que estamos preparados para lo que viene”, mencionó Boone. “Estoy realmente emocionado por estos muchachos que perseveraron en medio de muchos momentos en la temporada. Hay un largo camino por recorrer, pero sé que disfrutaremos esto ahora mismo”.
Impulsados en gran parte por una campaña que probablemente producirá el segundo premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana para Judge, con los números del dominicano Juan Soto no muy lejos, los Yankees arrancaron con un récord de 50-22. Al concluir los juegos del 14 de junio, mantenían una ventaja de 3.5 juegos en la división.
Ese buen rendimiento temprano fue especialmente notable considerando la ausencia de Cole. El actual ganador del premio Cy Young de la L.A., Cole no hizo su debut de la campaña hasta ese mes, obstaculizado por una lesión en el codo derecho sufrida durante la primavera.
El regreso de Cole coincidió inesperadamente con un bajo rendimiento, ya que el club atravesó una mala racha a mediados del verano, jugando para .500 (15-15) del 1 de julio al 31 de agosto.
Eso dejó la puerta abierta para que Baltimore o algún otro retador tomara el control de la carrera, pero eso no sucedió. Como dijo el manager de los Orioles, Brandon Hyde: “Tiene un buen equipo allá. Ellos jugaron mejor que nosotros en la segunda mitad”.
“Esta temporada ha sido difícil para nosotros, aunque ya hemos asegurado esto con algunos juegos por jugar”, reconoció Cole. “Hemos soportado los altibajos y nos hemos puesto en una buena posición para jugar bien aquí en adelante”.
Estos Yankees encontraron su rumbo en el último mes de la temporada regular, cuando ganaron cinco series consecutivas a partir del 6 de septiembre.
Cuando se le preguntó si cree que son el equipo a vencer en los playoffs, Stanton respondió: “Más vale que lo seamos. Ese es el objetivo”.
“Lo tenemos, de arriba a abajo”, siguió Stanton. “No se trata de lo que está en el papel, sino de demostrarlo. En realidad, esta [celebración] no significará mucho en aproximadamente una semana, cuando sea momento de ponernos a trabajar”.
Con el plástico que cubría sus casilleros completamente empapado, los Yankees marcharon hacia el jardín central como grupo, rociando más cervezas para brindar por su logro. Unos cuantos rezagados se perdieron la oportunidad de la foto, pero si depende de los Yankees, habrá más oportunidades en las próximas semanas.
“No lo logramos el año pasado, lo que definitivamente decepcionó a todos en esta sala”, dijo Judge. “Cuando llevas estas rayas y juegas en este estadio, se espera que ganes. Nos quedamos cortos [en 2023]. Queremos dejar en claro que eso no volverá a pasar”.
Dodgers campeones del Oeste de la L.N. por 11ma vez en 12 años
Shohei Ohtani había asegurado ya su participación en una postemporada por primera vez en su carrera. El jueves tuvo otro logro inédito: un título divisional.
Así que habrá que disculparlo por un error de novato: No se colocó las gafas de nadador para proteger sus ojos en medio de la guerra de cerveza y champaña.
“Me arden un poco”, dijo Shohei, con una sonrisa y con los ojos enrojecidos. “Pero la sensación es asombrosa, y espero seguir descorchando más champaña”.
Will Smith emparejó la pizarra por medio de un jonrón de dos carreras, y los Dodgers de Los Ángeles anotaron tres más en el séptimo episodio, para doblegar el jueves 7-2 a los Padres de San Diego, con lo que amarraron el cetro de la División Oeste de la Liga Nacional.
“No podría estar más orgulloso de estos chicos”, recalcó el manager Dave Roberts. “pelearon y pelearon y se sobrepusieron a las adversidades”.
El racimo quedó empañado por una lesión aparente del toletero estelar Freddie Freeman, quien abandonó el juego luego de una colisión aparatosa contra el venezolano Luis Arráez y con la primera almohadilla, en un intento por evitar lo que fue el segundo out del inning.
Freeman se sujetó la pantorrilla derecha antes de marcharse renqueando del terreno.
Los Dodgers (95-64) no habían asegurado el banderín en casa desde la campaña de 2020, abreviada por la pandemia, cuando siluetas de fanáticos, recortadas en cartón, reemplazaron a los espectadores de carne y hueso.
La última vez que hubo público en un encuentro en que los Dodgers conquistaron su división fue en 2018.
Ohtani pasó sus primeras seis campañas en las mayores jugando en Anaheim, donde los Angelinos jamás tuvieron una foja superavitaria, mucho menos actividad en octubre. Pero el superastro japonés firmó un convenio de 10 años y 700 millones de dólares con los Dodgers en el receso previo a esta temporada.
En el juego, Ohtani bateó de 5-3. Empujó la carrera de la ventaja y anotó una vez.
“Hoy vine al estadio con un deseo real de asegurar esto. Me alegra haberlo conseguido”, manifestó.
La camiseta del pelotero estaba empapada, lo mismo que su cabello, en un clubhouse lleno de humo de puro.
“A Shohei lo bañaron en champaña, va a oler a cervecería durante una semana", comentó Roberts. “Por eso firmó él con nosotros. Él quería ser parte de algo así. Ha sido notable durante toda la campaña”.
Los Padres, que de cualquier forma tienen asegurado su pasaje a los playoffs, ganaban por 2-0., luego que Joe Musgrove laboró seis innings en blanco. Pero los Dodgers lo castigaron en el séptimo.
Anthony Banda (3-2) se embolsilló el triunfo con una entrada y un tercio de relevo.
El relevista Tanner Scott (9-6) fue el derrotado, al permitir tres anotaciones y el mismo número de imparables en dos tercios de inning.
Por los Padres, los venezolanos Arráez de 4-0 con una empujada, David Peralta de 1-0 con una anotada. Los dominicanos Fernando Tatis Jr. de 3-1, Manny Machado de 4-3. El colombiano Donovan Solano de 2-0.
Por los Dodgers, el dominicano Teoscar Hernández de 3-0. El puertorriqueño Kiké Hernández de 2-2 con dos anotadas. El cubano Andy Pagés de 3-1 con dos anotadas y dos impulsadas.
Tigres se ponen a las puertas de los playoffs con dramática remontada
El elevado de sacrificio de Justyn-Henry Malloy en el octavo inning fue clave para que los Tigres de Detroit le dieron la vuelta a un déficit 3-0 y se acercaron a la postemporada con una victoria el jueves por 4-3 ante los Rays de Tampa Bay.
Detroit, que ha ganado cinco en fila, amaneció empatado con Kansas City por el segundo y tercer comodín de la Liga Americana, y con dos juegos de diferencia sobre los Mellizos de Minnesota.
Los Tigres perdían 3-2 con un out en el octavo, pero Riley Greene dio un sencillo ante Garrett Cleavinger (7-5) y Matt Vierling recibió un boleto.
Colt Keith empató el juego con un sencillo remolcador y Malloy — el último jugador de posición en la banca de Detroit — vino a batear por Kerry Carpenter. Conectó un elevado hacia el central y Vierling superó fácilmente el tiro de José Siri.
Beau Brieske (4-4) se acreditó la victoria con dos innings de relevo. Jason Foley se encargó del noveno para su 27mo salvado.
Por los Rays, los dominicanos Junior Caminero, Christopher Morel y José Sirí, todos de 4-0. El mexicano Jonathan Aranda de 4-1.
Por los Tigres, el cubano Andy Ibáñez de 3-0. El dominicano Wenceel Pérez de 4-0.