El abogado Eladio Paula consideró que el Tribunal Constitucional (TC) como último interprete de la Ley de Leyes ha mantenido dormido distintas acciones constitucionales las cuales se esperan para mantener la coherencia en el orden jurídico dominicano.
Manifestó que desde su fundación, ante el Tribunal Constitucional han sido sometidos distintas acciones constituciones, propias de su competencia, tanto como acciones directas, recursos de revisión constitucional, entre otras.
Sin embargo, el jurista alegó que muchas de estas acciones quedan en una esperanza, ya que se encuentran durmiendo el sueño eterno en algún despacho de los jueces o en la propia secretaría del tribunal.
Indicó que en casos peores se tratan de expedientes que aún siquiera han llegado al apoderamiento formal del Tribunal Constitucional, por encontrarse en un proceso burocrático ante la secretaría del Tribunal del Poder Judicial.
“Hoy en día algunos de los expedientes más viejos se encuentran dormidos en los anaqueles de la secretaría del Tribunal Constitucional, o en el escritorio de algunos de los magistrados de la alta corte”, acotó Paula.
Señaló que al encontrarse con estos expedientes aún a la espera de una decisión, el Tribunal Constitucional ha entrado en una mora judicial que data de hasta once años.
Detalló que al realizar una investigación de los expedientes de esta alta corte, se encontró con expedientes sin decisión desde el año 2013, que el Tribunal Constitucional se encuentra apoderado para determinar sobre la alegada inconstitucionalidad de una norma, y aún once años más tarde estas acciones se encuentran durmiendo el sueño constitucional.
“Al momento de hacer un análisis de los distintos expedientes que se encuentra apoderado el Tribunal Constitucional, encontramos que existen casos que desde el año 2013 hasta la fecha aúno no cuentan con una sentencia, que pueda definir si efectivamente la actuaciones se encuentran ajustada o no a los preceptos constitucionales”, adujo Paula.
Se preguntó el jurista que los expedientes, tan antiguos, ¿se quedarán aun durmiendo el triste sueño constitucional o procederán a ser decididos por el Tribunal Constitucional Dominicano?