El expresidente Donald Trump ha vuelto a entrar al libro de oro, donde se registran los hechos históricos y más trascendentales de los Estados Unidos.
El multimillonario estadounidense, virtual candidato presidencial por el Partido Republicano, se convirtió en el primer exmandatario en ser condenado en una corte federal por un hecho punitivo, y en medio de una campaña electoral en busca de retornar a la Casa Blanca.
Un jurado federal de Manhattan, Nueva York, declaró culpable a Trump de 34 cargos de falsificación de registros comerciales para encubrir pagos ilegales, entre otros delitos.
Un veredicto judicial que se convierte en un hecho sin precedentes.
La condena a Trump se veía venir, no por los delitos imputados en su contra por su acción delictiva, sino por su creciente popularidad en el electorado estadounidense.
El presidente Joe Biden continúa estancado en un bajo porcentaje, en comparación a la aceptación que tiene Trump entre el electorado estadounidense.
Los líderes del Partido Demócrata creen que con la condena judicial a Trum la popularidad de Biden crece.
Nada más falso. La popularidad de Trump se va a elevar aún más, porque lo han victimizado.
Prueba de ello es que minutos después del veredicto de culpabilidad, más de $34,8 millones de dólares ingresaron a la cuenta de campaña presidencial de Donald Trump según reveló su equipo recaudador.
Respetando el veredicto del jurado federal que conoció el caso, millones de trumpistas estadounidenses consideran que todas las demandas judiciales han sido jugadas políticas, incentivadas por la administración Biden para sacar de la contienda electoral a Trump, faltando apenas cinco meses para las elecciones.
A pesar de las pruebas documentadas y testimoniales presentadas en la corte, Trump se declaró inocente de los cargos. Ahora viene la apelación por parte de sus abogados, que será presentada antes de la lectura de la sentencia por parte del juez Juan Merchan, el próximo 11 de julio.
Aún rechacen la apelación, ratifiquen la culpabilidad y sea enviado a prisión, desde el punto de vista jurídico, esto no impide a Trump continuar con sus aspiraciones de volver a la Casa Blanca como presidente de los EE.UU., por segunda ocasión.
De acuerdo a la Constitución, para ser presidente de los EE.UU. solo se necesita cumplir tres requisitos: Ser ciudadano natural, tener al menos 35 años y haber residido en territorio estadounidense durante al menos 14 años.
Si bien es cierto que Trump aún tiene otras tres causas penales federales pendientes, una de ellas, la demanda por subversión electoral está en suspenso debido a que el Tribunal Supremo de EE.UU. estudia su petición de inmunidad presidencial.
El segundo, sobre los documentos clasificados en la Florida, el juicio fue aplazado indefinidamente por el juez encargado que estudia el caso.
Y el tercero, referente a la interferencia electoral en el estado de Georgia, entró en un limbo legal mientras se conoce la descalificación del fiscal de Atlanta que presentó los cargos, petición que hiciera la defensa legal de Trump y los coacusados involucrados en el caso.